La Asociación Derecho a Morir Dignamente ha denunciado este lunes la "falta de dirección, imprevisión, descoordinación, confusión", "lentitud en la respuesta" y elevada burocracia en peticiones de eutanasia en Galicia, lo que consideran un "maltrato a la persona en condición de final de la vida" y un "tratamiento inaceptable de un derecho fundamental".
Así lo ha expresado la asociación en un comunicado en el que hacen referencia al caso de un hombre de 90 años residente en A Coruña y "con su vida restringida al domicilio", así como con "diferentes enfermedades causantes de elevado sufrimiento y dependencia" que hizo uso del derecho a la eutanasia, reconocido a través de su ley orgánica.
Sin embargo, cuatro días después de presentar la solicitud, y "ante la falta de respuesta", presentó una reclamación ante el área sanitaria correspondiente. La entidad narra el periplo que, desde entonces, ha tenido que recorrer el hombre, con contactos telefónicos desde la gerencia en los que "se incluyó algún comentario improcedente", falta de un informe escrito sobre el proceso y las alternativas y visitas a a domicilio "de profesionales que no se identificaron".
Para la entidad, esta situación está motivada, entre otras cuestiones, por la "falta de acciones de difusión y formación" dirigidas a los profesionales del Sergas "sobre el nuevo derecho y la nueva prestación"
Para la entidad, esta situación está motivada, entre otras cuestiones, por la "falta de acciones de difusión y formación" dirigidas a los profesionales del Sergas "sobre el nuevo derecho y la nueva prestación" incluida en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, "junto con la resistencia a incluir expresamente en el impreso de uso del Sergas para recoger el testamento vital, la opción de la eutanasia".
"La actitud pasivamente obstruccionista de la Xunta a la implantación y desarrollo del derecho a la prestación de la eutanasia no es un problema político abstracto, y tampoco menor, ya que es causante de sufrimiento directo e inútil en personas concretas, que se encuentran en condición de grave vulnerabilidad y a las que se somete a la incertidumbre, soledad, confusión, esperas, y exigencias burocráticas inaceptables en un estado de fragilidad como es lo que debe suponérsele", recoge el comunicado.
Por ello, estiman, ante una solicitud de eutanasia, la Xunta debe responder "de inmediato", iniciando el proceso asistencial "en menos de dos días" y, durante el mismo, "debe intensificarse el cuidado de la persona y de su familia, considerando la gravedad humana de la situación y la presencia de dolor, sufrimiento y condiciones de vida referidas como insoportables o indignas".