Este año se está viviendo uno de los veranos más calurosos de este siglo. Una situación que ha llevado a que el mes de julio haya registrado un aumento significativo de fallecimientos asociados a las altas temperaturas. Según el Informe MoMo del Instituto de Salud Carlos III, del 1 de julio al 31 de julio se produjeron 2.223 muertes, un dato que cuadriplica los fallecimientos de hace un año. Los más afectados han sido aquellas personas que trabajan al aire libre.
En este sentido, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha señalado en una entrevista a Europa Press que es necesario "mejorar la protección de los trabajadores al aire libre ante temperaturas extremas". El pasado 22 de julio, el Defensor inició una actuación de oficio ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social con el objetivo de que se le facilite información sobre las actuaciones inspectoras realizadas para combatir los riesgos en aquellos sectores expuestos a condiciones ambientales extremas que pongan en peligro la seguridad y la salud de las personas en el ejercicio de su actividad laboral.
"Se trata de un asunto preocupante que resulta imprescindible conocer y afrontar", ha explicado Gabilondo, que considera "necesario saber qué está fallando y qué puede hacerse de otro modo o mejor para evitar lo que viene sucediendo", así como las medidas que se deberían adoptar "para que deje de suceder".
"La siniestralidad laboral registrada por este factor de riesgo pone de manifiesto que las medidas adoptadas y las recomendaciones y actuaciones de inspección realizadas hasta ahora, sin duda importantes, necesitan potenciarse"
En concreto, el Defensor del Pueblo ha solicitado que la información requerida especifique las actuaciones que se hayan podido realizar en supuestos siniestros laborales, a causa de este factor de riesgo, sufridos por empleados en el ámbito del sector público, con independencia de que se trate de la prestación de servicio público en régimen de gestión directa o de contratación administrativa, con la finalidad de valorar el inicio de actuaciones pertinentes ante las administraciones responsables.
Además, se ha interesado en conocer el criterio de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social acerca de la suficiencia de la normativa para garantizar un marco adecuado de protección de los trabajadores que desarrollan su trabajo al aire libre.
Entre otros casos, como consecuencia de las altas temperaturas, un trabajador de 60 años de limpieza viaria falleció a mediados de julio por un golpe de calor en horario laboral en Puente de Vallecas (Madrid). Días después, en Paracuellos de Jarama, también en Madrid, un hombre de 56 años falleció por un golpe de calor mientras trabajaba buzoneando publicidad en la localidad.
"La siniestralidad laboral registrada por este factor de riesgo pone de manifiesto que las medidas adoptadas y las recomendaciones y actuaciones de inspección realizadas hasta ahora, sin duda importantes, necesitan potenciarse, han de intensificarse y precisan una insistencia mayor y, en su caso, modificación", ha apuntado Gabilondo. En este sentido, ha llamado a "una mayor concreción, por ejemplo, en la fijación del límite máximo de temperatura o de duración de la exposición a la misma". "Parece evidente que, tras lo ocurrido, es necesario mejorar la protección de los trabajadores al aire libre ante fenómenos de temperaturas extremas", ha señalado.