Ante la inquietud tras los últimos focos de Covid-19 en diferentes provincias españolas, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha reclamado este miércoles al ministro de Sanidad, Salvador Illa, una reunión urgente para analizar la situación de los rebrotes con los representantes de los trabajadores de la sanidad.
El sindicato advierte de que la única reunión entre Sanidad y sindicatos durante la crisis del coronavirus se produjo el pasado 13 de mayo y, añade, "se constató la falta de previsión en cuanto a políticas de personal antes de la crisis, durante los momentos de máxima presión asistencial, pero también ahora cuando estamos en fase de desescalada".
Desde el sindicato recuerdan que es necesario extremar las medidas de seguridad, garantizar acopio de EPIs y reforzar rastreadores y personal en zonas costeras vacacionales "para no caer en los mismos errores"
Desde el sindicato recuerdan que es necesario extremar las medidas de seguridad, garantizar acopio de EPIs y reforzar rastreadores y personal en zonas costeras vacacionales "para no caer en los mismos errores". Por este motivo, reclaman una reunión para "tener una visión global" de las medidas de salud pública, del alcance y previsión de los rebrotes y una segunda oleada, del material disponible, de los refuerzos de personal previstos, la planificación de los hospitales para evitar situaciones de saturación, así como de la situación de la Atención Primaria.
CSIF recuerda que España es el país con mayor tasa de contagio entre personal sanitario y a día de hoy la parálisis de las ofertas de empleo público, la precariedad y la inestabilidad de las plantillas hacen que nos enfrentemos a los rebrotes y a una posible segunda oleada con un déficit de al menos 40.000 efectivos. Además, según datos recabados por CSIF, se han despedido ya la mitad de las personas contratadas durante la crisis del coronavirus.
A esta situación se suma la situación precaria que se produce anualmente en el periodo vacacional. En esta época, muchas CCAA debe hacer frente a un potencial aumento de pacientes y de usuarios en Atención Primaria y Urgencias y es fundamental una mayor dotación de personal y medios para atender la presión asistencial y las nuevas necesidades que plantea el Covid-19.