Experimentar síntomas duraderos meses después de contraer Covid-19, también conocida como Covid persistente, duplica con creces la probabilidad de que una persona desarrolle problemas cardiovasculares, según un estudio presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología.
El estudio --una revisión bibliográfica sistemática y un metaanálisis de 11 grandes estudios en los que participaron un total de 5,8 millones de personas-- representa el esfuerzo más exhaustivo realizado hasta la fecha para examinar las complicaciones cardiovasculares derivadas de la Covid prolongada.
Los investigadores encontraron pruebas consistentes de que las personas con Covid prolongado eran significativamente más propensas que las que nunca habían tenido Covid-19 a experimentar síntomas asociados con problemas cardíacos como dolor en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones y fatiga, y más propensas a mostrar marcadores de enfermedad cardíaca o riesgo cardiovascular elevado en las pruebas de diagnóstico por imagen y de diagnóstico médico.
"La Covid-19 es más que una simple enfermedad respiratoria: es un síndrome que puede afectar al corazón", afirma Joanna Lee, estudiante de medicina de la Universidad Médica David Tvildiani de Tiflis (Georgia), becaria del Global Remote Research Scholars Program (GRRSP) y autora principal del estudio.
"Los médicos deben ser conscientes de que pueden existir complicaciones cardiacas e investigar más a fondo si un paciente se queja de estos síntomas, incluso mucho tiempo después de haber contraído Covid-19 --apunta--. En el caso de los pacientes, si han contraído Covid-19 y siguen teniendo dificultades para respirar o algún tipo de problema cardíaco nuevo, deben acudir al médico para que se lo examine".
Los investigadores de GRRSP examinaron sistemáticamente un total de 982 estudios publicados entre 2020-2022 y seleccionaron 74 estudios para una revisión exhaustiva. De estos, identificaron 11 estudios que incluían datos sobre resultados cardiovasculares entre personas con Covid persistente, así como un grupo de control de participantes que nunca tuvieron Covid-19.
"Los médicos deben ser conscientes de que pueden existir complicaciones cardiacas e investigar más a fondo si un paciente se queja de estos síntomas, incluso mucho tiempo después de haber contraído Covid-19"
De los más de 5,8 millones de participantes incluidos en los 11 estudios, casi 450.000 sufrieron complicaciones cardiacas. Entre los pacientes con Covid prolongada, la tasa de complicaciones cardiacas fue entre 2,3 y 2,5 veces superior a la del grupo de control.
"Los esfuerzos coordinados entre los proveedores de atención primaria, el personal de urgencias y los cardiólogos podrían contribuir a la detección precoz y la mitigación de las complicaciones cardiacas entre los pacientes con Covid prolongado", afirma Lee.
No existe una definición única de Covid prolongado. Para este estudio, los investigadores definieron la Covid prolongada como los síntomas que persisten durante al menos cuatro semanas y se producen al menos dos meses después de la infección inicial por Covid-19.
Los pacientes con enfermedades cardiovasculares preexistentes se incluyeron en las muestras, pero sus síntomas sólo se contabilizaron como complicaciones cardiovasculares de la Covid prolongada si surgían después de la infección por Covid-19. Por ejemplo, si a alguien con antecedentes de cardiopatía isquémica se le diagnosticaba fibrilación auricular de nueva aparición después de la infección por Covid-19, se le contabilizaba.
Aunque el estudio no investigó los posibles mecanismos biológicos implicados en la asociación entre la Covid prolongada y las complicaciones cardiacas, los investigadores señalan que la inflamación crónica, que se ha documentado mediante marcadores inflamatorios persistentemente elevados en personas con Covid prolongada, podría ser un factor.
Añaden que un alto nivel de variabilidad entre los estudios en términos de población y métodos de recopilación de datos también limitaba la capacidad de extraer conclusiones definitivas, una limitación habitual en los estudios relacionados con la Covid-19, dada la falta de datos a largo plazo.
Según los investigadores, está previsto realizar nuevos análisis para determinar si las personas con enfermedades cardiovasculares preexistentes pueden sufrir riesgos cardiovasculares diferentes relacionados con la Covid prolongada en comparación con la población general.