Contraer el COVID-19 durante el embarazo puede tener consecuencias mortales para la madre, según muestra un nuevo estudio publicado este miércoles en la revista científica 'American Journal of Obstetrics and Gynecology'.
El estudio, que hizo un seguimiento de 240 mujeres embarazadas entre marzo y junio de 2020, descubrió que la tasa de mortalidad por COVID-19 en las mujeres embarazadas era significativamente mayor en comparación con la tasa de mortalidad por COVID-19 en personas de edad similar en el estado de Washington (Estados Unidos).
En concreto, el estudio ha evidenciado que las embarazadas con COVID-19 tenían una tasa de hospitalización asociada a COVID-19 3,5 veces mayor que la población general de edad similar y las tasas de mortalidad por COVID-19 eran 13 veces mayores en las embarazadas. Dicho esto, la mayoría de las pacientes embarazadas con COVID-19 tenían la enfermedad asintomática o leve y embarazos sanos.
Las pacientes embarazadas corren el riesgo de contraer enfermedades graves o críticas o de sufrir mortalidad en comparación con las adultas no embarazadas
Las tres mujeres que murieron de COVID-19 en el estado de Washington pertenecían a grupos étnicos minoritarios y la mayoría de ellas padecían otras afecciones como obesidad e hipertensión. De las 240 mujeres embarazadas con infecciones por SARS-CoV-2 detectadas hasta junio, tres murieron por COVID-19, mientras que 24 pacientes fueron hospitalizadas por COVID-19.
La doctora Kristina Adams Waldorf, ginecóloga-obstetra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y autora principal del estudio, ha explicado que esto demuestra un grave subregistro de la mortalidad relacionada con el COVID-19 entre las madres: "La tasa de mortalidad era escandalosamente alta. Nos sorprendió mucho".
El estudio realizó varias comparaciones entre el curso clínico de COVID-19 y el virus de la gripe A H1N1 2009. A diferencia de la pandemia de gripe A H1N1 2009, en la que las mujeres embarazadas fueron identificadas rápidamente como grupo de alto riesgo y vulnerable, el embarazo no fue identificado como una condición de alto riesgo para la enfermedad o la mortalidad por COVID-19 durante los primeros y críticos ocho meses de la pandemia, señaló el informe.
En general, los datos de este estudio indican que las pacientes embarazadas corren el riesgo de contraer enfermedades graves o críticas o de sufrir mortalidad en comparación con las adultas no embarazadas, así como de tener un parto prematuro, concluye el informe. "La idea de que las pacientes embarazadas estaban protegidas contra el COVID-19 es un mito", concluye Waldorf.