Un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, ha hallado sorprendentes diferencias epigenéticas en las células de las vías respiratorias de los pacientes con asma que tienen madres asmáticas, en comparación con los pacientes cuyas madres nunca tuvieron asma, según publican en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La doctora Carole Ober y su equipo de investigación llevan años examinando las influencias genéticas que contribuyen al desarrollo del asma, incluidos los factores epigenéticos.
La epigenética se refiere a los cambios en la expresión de los genes que no están dirigidos por cambios o mutaciones en la propia secuencia de ADN. En cambio, la actividad de los genes puede activarse o desactivarse mediante la unión de pequeñas estructuras químicas, como los grupos metilo, al ADN. Se sabe que muchos factores ambientales influyen en los patrones de metilación del ADN, incluido el entorno intrauterino.
En el estudio, el equipo descubrió patrones de metilación del ADN diferentes en las células epiteliales de las vías respiratorias inferiores de adultos asmáticos con madres asmáticas en comparación con aquellos cuyas madres no tenían asma.
"Los patrones de metilación de las madres asmáticas estaban relacionados con una menor expresión de los genes de las vías relacionadas con el sistema inmunitario", explica el doctor Kevin Magnaye, primer autor del estudio, que forma parte de su proyecto de tesis doctoral.
"Nuestros resultados sugieren que una causa subyacente se debe a la alteración de las respuestas inmunitarias"
Estas vías relacionadas con el sistema inmunitario se asocian a una alteración de la señalización de las células T, un tipo de célula inmunitaria adaptativa que participa en la lucha contra las infecciones, incluidas las vías vinculadas a la alteración de la respuesta inmunitaria a los virus y las bacterias.
Desde el punto de vista clínico, existe un tipo grave de asma, denominado asma de tipo 2-bajo, que se define por la falta de respuesta a los tratamientos estándar con corticosteroides, que suprimen los procesos inflamatorios.
"Este subtipo de asma es especialmente difícil de tratar", afirma Ober, catedrático de Genética Humana Blum-Riese. "Nuestros resultados sugieren que una causa subyacente se debe a la alteración de las respuestas inmunitarias, lo que podría explicar la falta de respuesta terapéutica a los corticosteroides y sugerir vías alternativas a las que dirigirse como terapias para este grupo de pacientes".
El estudio es que se realizó en una población diversa. "Tener una representación de la ascendencia y los factores socioculturales diversos es importante en la investigación, ya que nos dice que estos resultados son válidos en varias poblaciones. Existen importantes disparidades en las tasas de asma, lo que subraya aún más la necesidad de la diversidad en la investigación del asma", explica Magnaye.
El estudio se llevó a cabo con células tomadas de pacientes adultos, pero lo más interesante es que los resultados se reprodujeron en células epiteliales de las vías respiratorias tomadas de un grupo independiente de niños.
"El hecho de que estos resultados se hayan reproducido en otra cohorte de niños apoya la idea de que estas modificaciones están presentes mucho antes de la edad adulta"
Los investigadores creen que las modificaciones epigenéticas observadas en los pacientes asmáticos probablemente se produjeron durante el embarazo, y que la exposición al entorno intrauterino de la madre asmática determinó su potencial para desarrollar asma más adelante.
"El hecho de que estos resultados se hayan reproducido en otra cohorte de niños apoya la idea de que estas modificaciones están presentes mucho antes de la edad adulta", subraya Ober.
Los investigadores reconocen que se necesitan más investigaciones para determinar la cronología de estos cambios y sus efectos en el asma. El equipo de Ober está trabajando en un estudio longitudinal en bebés para seguir examinando estos efectos temporales.
La investigación en curso en el laboratorio de Ober, en colaboración con Magnaye y su actual equipo de investigación en la Universidad de California en San Francisco, se centra en las posibles interacciones entre el microbioma, la epigenética y el desarrollo del asma.