La variedad y el volumen de bacterias del intestino, conocido como microbioma, pueden influir en la gravedad del COVID-19, así como en la magnitud de la respuesta del sistema inmunológico a la infección, sugiere una investigación publicada en línea en la revista 'Gut'.
Los desequilibrios en la composición del microbioma también pueden estar implicados en la persistencia de los síntomas inflamatorios, denominados 'COVID prolongado', sugieren los hallazgos. El COVID-19 es principalmente una enfermedad respiratoria, pero la evidencia sugiere que el intestino también puede tener un papel.
Dado que el intestino es el órgano inmunológico más grande del cuerpo y se sabe que sus microbios residentes influyen en las respuestas inmunitarias, los investigadores querían saber si el microbioma intestinal también podría afectar la respuesta del sistema inmunológico a la infección por COVID-19.
La composición del microbioma intestinal difería significativamente entre los pacientes con y sin COVID-19
Por lo tanto, obtuvieron muestras de sangre y heces y registros médicos de 100 pacientes hospitalizados con infección por COVID-19 confirmada por laboratorio entre febrero y mayo de 2020 y de 78 personas sin COVID-19 que participaban en un estudio de microbioma antes de la pandemia.
La gravedad del COVID-19 se clasificó como leve en ausencia de evidencia radiográfica de neumonía; moderada si se detecta neumonía con fiebre y síntomas del tracto respiratorio; grave si a los pacientes les resultaba muy difícil respirar normalmente, y crítico si necesitaban ventilación mecánica o experimentaron un fallo orgánico que requiriera cuidados intensivos.
Para caracterizar el microbioma intestinal, 41 de los pacientes con COVID proporcionaron múltiples muestras de heces mientras estaban en el hospital, 27 de los cuales proporcionaron muestras de heces en serie hasta 30 días después de la eliminación del SARS-CoV-2, el virus responsable del COVID-19.
El análisis de las 274 muestras de heces mostró que la composición del microbioma intestinal difería significativamente entre los pacientes con y sin COVID-19, independientemente de si habían sido tratados con medicamentos, incluidos antibióticos.
Los pacientes con COVID tenían un mayor número de especies de 'Ruminococcus gnavus', 'Ruminococcus torques' y 'Bacteroides dorei' que las personas sin la infección. Y tenían muchas menos especies que pueden influir en la respuesta del sistema inmunológico, como 'Bifidobacterium adolescentis', 'Faecalibacterium prausnitzii' y 'Eubacterium rectale'.
Los números más bajos de 'F. prausnitzii' y 'Bifidobacterium bifidum' se asociaron particularmente con la gravedad de la infección después de tener en cuenta el uso de antibióticos y la edad del paciente.
Y la cantidad de estas bacterias permaneció baja en las muestras recogidas hasta 30 días después de que los pacientes infectados habían eliminado el virus de sus cuerpos.
La infección por COVID-19 hace que el sistema inmunológico produzca citoquinas inflamatorias en respuesta. En algunos casos, esta respuesta puede ser excesiva (la tormenta de citoquinas), causando daño tisular generalizado, shock séptico y fallo multiorgánico.
El análisis de las muestras de sangre mostró que el desequilibrio microbiano encontrado en los pacientes con COVID también se asoció con niveles elevados de citoquinas inflamatorias y marcadores sanguíneos de daño tisular, como la proteína C reactiva y ciertas enzimas.
Esto sugiere que el microbioma intestinal podría influir en la respuesta del sistema inmunológico a la infección por COVID-19 y afectar potencialmente la gravedad y el resultado de la enfermedad, dicen los investigadores.
El microbioma intestinal podría influir en la respuesta del sistema inmunológico a la infección por COVID-19 y afectar potencialmente la gravedad y el resultado de la enfermedad
"A la luz de los informes de que un subconjunto de pacientes recuperados con COVID-19 experimentan síntomas persistentes, como fatiga, disnea y dolores articulares, algunos más de 80 días después de la aparición inicial de los síntomas, postulamos que el microbioma intestinal disbiótico podría contribuir a problemas de salud relacionados con el sistema inmunológico posteriores al COVID-19", escriben.
Este es un estudio observacional y, como tal, no puede establecer una causa, además de que el microbioma intestinal varía ampliamente entre diferentes poblaciones, por lo que los cambios observados en este estudio pueden no ser aplicables a otros pacientes con COVID en otros lugares, advierten los investigadores.
Pero apuntan a una creciente evidencia que muestra que los microbios intestinales están relacionados con enfermedades inflamatorias dentro y fuera del intestino.
Y concluyen: "El refuerzo de las especies intestinales beneficiosas agotadas en COVID-19 podría servir como una vía novedosa para mitigar la enfermedad grave, lo que subraya la importancia de controlar la microbiota intestinal de los pacientes durante y después del COVID-19".