Los niveles crónicamente altos de colesterol están asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama y peores resultados en la mayoría de los cánceres, pero la relación hasta ahora no se ha entendido completamente. En un nuevo estudio, publicado en línea en la revista Nature Communications, los investigadores han identificado los mecanismos en juego y describen cómo las células del cáncer de mama utilizan el colesterol para desarrollar tolerancia al estrés, haciéndolas impermeables a la muerte mientras migran desde el sitio original del tumor.
"La mayoría de las células cancerosas mueren cuando intentan hacer metástasis; es un proceso muy estresante -explica el autor principal, el doctor Donald P. McDonnell, profesor de los departamentos de Farmacología y Biología y Medicina del Cáncer de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke-. Los pocos que no mueren tienen esta capacidad de superar el mecanismo de muerte inducido por el estrés de la célula. Descubrimos que el colesterol era fundamental para alimentar esta capacidad".
McDonnell y sus colegas se basaron en investigaciones anteriores de su laboratorio centradas en la relación entre el colesterol alto y los cánceres de mama y ginecológicos con estrógenos. Esos estudios descubrieron que los cánceres alimentados por la hormona del estrógeno se beneficiaban de los derivados del colesterol que actúan como el estrógeno, avivando el crecimiento del cáncer.
Pero surgió una paradoja en el caso de los cánceres de mama con estrógenos negativos. Estos cánceres no dependen de los estrógenos, pero el colesterol elevado sigue estando asociado a un empeoramiento de la enfermedad, lo que sugiere que podría estar actuando un mecanismo diferente.
Los investigadores han descubierto el papel del colesterol para fomentar la resistencia a la muerte celular de las células cancerosas
En el estudio actual, que utiliza líneas celulares de cáncer y modelos de ratón, los investigadores de Duke descubrieron que las células cancerosas que migran engullen el colesterol en respuesta al estrés y la mayoría muere.
Pero en el motivo de lo que no te mata te hace más fuerte, las que viven emergen con un superpoder que las hace capaces de resistir la ferroptosis, un proceso natural en el que las células sucumben al estrés. Estas células cancerosas resistentes al estrés proliferan entonces y hacen metástasis con facilidad.
El proceso parece ser utilizado no sólo por las células de cáncer de mama con RE negativo, sino por otros tipos de tumores, incluido el melanoma. Y los mecanismos identificados podrían ser objeto de terapias.
"El desentrañamiento de esta vía ha puesto de manifiesto nuevos enfoques que pueden ser útiles para el tratamiento de la enfermedad avanzada -añade McDonnell-. Hay terapias contemporáneas en desarrollo que inhiben la vía que hemos descrito. Y lo que es más importante, estos hallazgos vuelven a poner de manifiesto por qué reducir el colesterol, ya sea con fármacos o con modificaciones en la dieta, es una buena idea para mejorar la salud".