La incertidumbre sigue anidando en la mente de los 6.050 sanitarios que todavía siguen contratados por la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública para atender los cuidados de la población contra la Covid-19 (de los 9.350 contratos iniciales). Estos profesionales ya han visto cómo 3.300 de sus compañeros fueron despedidos el pasado 1 junio y, por ello, temen que el próximo 31 de diciembre les ocurra lo mismo.
La única forma de evitar estos despidos masivos (ceses de contratos) pasa por una decisión justa de la Administración sanitaria. Motivo por el quedesde el Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (COEV) se haya solicitado, por carta, a la consellera Ana Barceló que paralice esta "sangría de contratos" de Enfermería prevista para final de año. El COEV insiste en la “inseguridad laboral” que el personal de Enfermería ha sufrido desde el inicio de la pandemia, obligado a asumir contratos de 3 meses, que luego se prorrogaron 6 meses y luego 6 meses más. "Sin garantías de estabilidad ni futuro", precisan.
El argumento de la Generalitat Valenciana sólo es económico, porque esgrime que mantener esos 6.050 contratos, más allá de final de año, supone una inversión para la Generalitat de 270 millones de euros
El Colegio Oficial de Enfermería de Valencia destaca que la decisión de mantener los contratos carece de tintes políticos y advierte de que si se ejecutan los despidos es muy probable que haya movilizaciones de enfermeros que saldrán a la calle para protestar por la injusta realidad que se vive en el colectivo profesional de Enfermería, como está ocurriendo en otras regiones (Andalucía o Cataluña).
A pesar de la carencia estructural de enfermeros en los hospitales y centros de salud públicos –con una de las ratios de enfermera por número de pacientes más baja de España--, el argumento de la Generalitat Valenciana sólo es económico, porque esgrime que mantener esos 6.050 contratos, más allá de final de año, supone una inversión para la Generalitat de 270 millones de euros.
Sin embargo, debe recordarse que la Administración sanitaria valenciana ha perdido, en la última década, entre 8.000 y 11.000 plazas estructurales y que los 9.350 contratos Covid sólo supondrán un parche, porque únicamente servirán para reforzar las plantillas de forma coyuntural si no se aumenta la ratio de enfermeros por número de pacientes.
Los últimos datos publicados por el INE, en enero de 2021, sobre población reflejan que la Comunidad Valenciana cuenta con 5.036.278 habitantes y, en base a las cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad, en el año 2018 el Sistema Valenciano de Salud contaba con 16.962 enfermeros en activo. Unas cifras que arrojan que para alcanzar el objetivo de llegar a la tasa de profesionales de Enfermería por cada 1.000 habitantes que hay en el Sistema Nacional de Salud, la Conselleria de Sanitat Universal y Salut Pública debería incrementar el número de profesionales de Enfermería en una cantidad superior a las 3.000 nuevas enfermeras/os, por lo que el Servicio Valenciano de Salud debería alcanzar, como mínimo, un número de profesionales de Enfermería en activo de 20.000.
El Colegio de Enfermería de Valencia solicita a la consellera Ana Barceló que acabe con la inestabilidad laboral que sufren estos profesionales quetodavía desconocen si van a ser despedidos o no
La tasa de profesionales de Enfermería por cada 1.000 habitantes en el Sistema Valenciano de Salud es de 3,4 profesionales (antes de la pandemia, actualmente de forma coyuntural con los contratos de la Covid ronda los 5,1 enfermeras/paciente). Inferior a la tasa del Sistema Nacional de Salud que es de 4,0 enfermeras al finalizar el año 2018 (5,9 durante la pandemia). Un mal dato, porque este problema se agrava si se tiene en cuenta que al finalizar el año 2017 la tasa en el Sistema Valenciano de Salud era de 3,4 y en España del 3,9. Es decir,se ha incrementado la distancia entre la tasa de profesionales de Enfermería en el Sistema Valenciano de Salud respecto al Sistema Nacional de Salud.
Ante esta triste realidad, el Colegio de Enfermería de Valencia solicita a la consellera Ana Barceló que acabe con la inestabilidad laboral que sufren estos profesionales quetodavía desconocen si van a ser despedidos o no. “Una circunstancia que condiciona su vida laboral y familiar porque les impide hacer planes y buscar otros trabajos”, según la presidenta del Colegio de Enfermería de Valencia, Laura Almudéver, quien critica también la escasa organización porque desde el primer momento “se asignaba a las/os profesionales a los diferentes servicios, sin tener en cuenta la experiencia personal y se han ido realizando cambios de puestos, de un día para otro y sin previo aviso”.