La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado sus nuevas directrices para el tratamiento de las personas coinfectadas por leishmaniasis visceral y VIH, las cuales se basan en los resultados de un estudio realizado en la India por Médicos Sin Fronteras (MSF) y otro llevado a cabo en Etiopía por la iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi).
La leishmaniasis visceral (LV), también conocida como kala azar, es una enfermedad parasitaria tropical desatendida que se transmite a través de la picadura de los flebótomos, un insecto comúnmente conocido como 'mosquito de la arena'. Provoca fiebre y pérdida de peso y es mortal si no se trata. Las personas seropositivas que viven en zonas endémicas de leishmaniasis visceral tienen entre 100 y 2.300 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad que las que no tienen VIH.
El anterior tratamiento recomendado para la coinfección por LV-VIH consistía en inyecciones diarias de anfotericina B liposomal (AmBisome) durante un periodo de hasta 38 días. El nuevo tratamiento, que utiliza una combinación de AmBisome y miltefosina oral administrada de forma intermitente durante 14 días, ha dado lugar a unos índices de eficacia significativamente mejores.
En el estado de Bihar, el más endémico de la India, se calcula que el seis por ciento de los casos de LV están coinfectados con el VIH. Estos pacientes coinfectados son marginados y estigmatizados, suelen tener dificultades con el tratamiento y también sirven de reservorio para la leishmaniasis visceral, lo cual dificulta los esfuerzos que se están haciendo para su eliminación.
"Por primera vez, los pacientes con coinfección de LV-VIH en la India recibirán un tratamiento basado en la evidencia. Se trata de un paso importante a la hora de reconocer la gran vulnerabilidad de estas personas, tanto desde el punto de vista clínico como social; la mejora de su tratamiento beneficiará tanto a los pacientes como al programa de eliminación de la LV. Sin embargo, aún queda mucho por hacer; estos pacientes presentan múltiples y complejos problemas médicos que deben ser abordados de forma integral, incluyendo una muy alta prevalencia de tuberculosis", ha explicado el asesor médico y coordinador del estudio en MSF, Sakib Burza.
Las personas seropositivas que viven en zonas endémicas de leishmaniasis visceral tienen entre 100 y 2.300 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad que las que no tienen VIH
En el estudio llevado a cabo en la India, la nueva pauta de tratamiento recomendada demostró una eficacia del 96% a los seis meses, frente al 88% del tratamiento anterior y, lo que es más importante, la duración del tratamiento se redujo de cinco a dos semanas. En el estudio llevado a cabo en Etiopía, la nueva estrategia de tratamiento recomendada demostró una tasa de eficacia del 88 por ciento al final de la terapia (tras 58 días), mientras que la eficacia del tratamiento estándar actual en el ensayo clínico fue del 55%.
"Las nuevas directrices de la OMS son un paso importante que mejorará en gran medida la vida de los pacientes afectados por ambas enfermedades; personas que sufren estigma y que se ven condenadas al ostracismo, a la pérdida de ingresos y a sufrir repetidas recaídas", ha dicho la directora de enfermedades tropicales desatendidas, leishmaniasis y micetoma de DNDi, Fabiana Alves.
Por su parte, el director general de MSF Asia del Sur, Farhat Mantoo, ha recordado que su organización invierte recursos en la investigación y desarrollo de mejores tratamientos para las poblaciones más vulnerables y para los pacientes afectados por enfermedades desatendidas. "El éxito de estos dos estudios demuestra también que debemos invertir más recursos en generar información procesable desde el terreno; son datos que resultan cruciales a la hora de desarrollar regímenes de tratamiento innovadores, contextualizados, de mejor calidad y simplificados", ha dicho.
India, Etiopía y otros países en los que ambas enfermedades son endémicas deben ahora adaptar urgentemente sus propias directrices de tratamiento para adoptar los nuevos tratamientos recomendados por la OMS.
"Se trata de una gran noticia: el nuevo régimen de tratamiento reduce el uso de medicamentos inyectables y aumenta significativamente las posibilidades de curación de los pacientes. Recomienda la administración intermitente a lo largo de 14 días, mientras que antes el tratamiento era por un total de 38 días. Estamos orgullosos de haber conseguido este logro", ha comentado el director del Instituto de Investigación Rajendra Memorial e investigador principal del estudio, Krishna Pandey.