Un grupo de científicos de la Universidad de Kumamoto (Japón), de la Universidad Pompeu Fabra (UPF-España) y del Sistema de Salud de la Universidad de Virginia (EE.UU) han ofrecido un nuevo punto de vista sobre una estructura llamada línea primitiva en el desarrollo embrionario, sobre la que concluyen que no es necesario para su organización.
Por ello, han sugerido una revisión de la 'regla de los catorce días' para permitir experimentar con embriones más allá de esa fecha. La línea primitiva se ha establecido como el primer signo del ser humano durante el desarrollo y por ello la regulación actual de muchos países no permite cultivar embriones más allá de su aparición, 14 días después de la fertilización.
De acuerdo con la UPF, la experimentación con embriones humanos derivados de la fertilización in vitro y estructuras similares con células madre está muy regulada. Es posible cultivar células pluripotentes humanas antes de la gastrulación en el laboratorio y, añadiendo señales bioquímicas, guiarlas para que se diferencien en diferentes células. Sin embargo, el cultivo de estas en tejidos u órganos funcionales rara vez ha tenido éxito porque el proceso de formación de órganos comienza inmediatamente después de la gastrulación. Reproducir órganos rudimentarios in vitro es el santo grial en la investigación de la biología de células madre y la medicina regenerativa, pero lograrlo requeriría reproducir la gastrulación y su línea primitiva asociada.
Se puede formar un plan corporal rudimentario de mamíferos en ausencia de una línea primitiva
El equipo de científicos ha evaluado la relación entre la línea primitiva y la aparición de un ser humano desde la perspectiva actual y, en particular, de estudios con células madre. Sus análisis de diferentes parámetros biomecánicos entre múltiples modelos in vivo e in vitro predicen que se puede formar un plan corporal rudimentario de mamíferos en ausencia de una línea primitiva.
"Concluimos que la línea primitiva no es absolutamente necesaria para hacer un boceto celular de un organismo. Por ello nuestros argumentos apoyan que la regla del día 14, que se argumentó en los años 80 como respuesta a las posibilidades derivadas del cultivo de embriones humanos para la fertilización in vitro en base al conocimiento de aquel tiempo, debe reevaluarse. Por supuesto, esta línea de razonamiento no discute la necesidad de una supervisión ética en la investigación en células madre y desarrollo humano, sino que proponemos seleccionar un hito alternativo mediante un debate consensuado para garantizar el rigor científico y ético" ha explicado el profesor de investigación de ICREA, Alfonso Martínez.