Científicos de la Escuela Gillings de Salud Pública Global de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) han desarrollado una vacuna universal que protege a los ratones no solo contra la COVID-19 sino también contra otros coronavirus y activa el sistema inmunitario para combatir una variante peligrosa.
Aunque nadie sabe qué virus puede causar el próximo brote, los coronavirus siguen siendo una amenaza tras causar el brote de SARS en 2003 y la pandemia mundial de COVID-19. Para prevenir una futura pandemia de coronavirus, estos investigadores diseñaron la vacuna para proporcionar protección contra el actual coronavirus SARS-CoV-2 y un grupo de coronavirus conocidos por dar el salto de los animales a los humanos.
Después de comprobar la eficacia de la primera generación de vacunas contra la COVID-19, pasaron a buscar una vacuna de segunda generación: una dirigida a los sarbecovirus. Los sarbecovirus, que forman parte de la gran familia de los coronavirus, son una prioridad para los virólogos después de que dos causaran enfermedades devastadoras en las dos últimas décadas: el SARS y el COVID-19.
El enfoque del equipo comenzó con el ARNm, que es similar a las vacunas de Pfizer y Moderna que se utilizan actualmente
El enfoque del equipo comenzó con el ARNm, que es similar a las vacunas de Pfizer y Moderna que se utilizan actualmente. Pero en lugar de incluir el código del ARNm de un solo virus, unieron el ARNm de varios coronavirus.
Cuando se administró a ratones, la vacuna híbrida generó eficazmente anticuerpos neutralizantes contra múltiples proteínas de espiga, que los virus utilizan para adherirse a las células sanas, incluida una asociada a B.1.351, conocida como la variante sudafricana. "La vacuna tiene el potencial de prevenir brotes cuando se utiliza cuando se detecta una nueva variante", explican los autores, cuyo trabajo se ha publicado en la revista 'Science'.
"Nuestros hallazgos son prometedores para el futuro porque sugieren que podemos diseñar vacunas más universales contra los pan-coronavirus para protegernos de forma proactiva contra los virus que sabemos que están en riesgo de emerger en los humanos. Con esta estrategia, quizá podamos prevenir un SARS-CoV-3", concluye el autor principal, David R. Martínez.