Los científicos han descubierto una vía hasta ahora desconocida que impide que determinados fármacos funcionen en pacientes con cáncer de intestino. Los resultados de la investigación allanan el camino para aumentar el número de pacientes con cáncer de intestino que pueden ser tratados con éxito, según publican en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), la Universidad de Semmelweis (Hungría) y la Universidad de Assiut (Egipto), incluyó el estudio de 184 muestras de tumores e historiales médicos de pacientes con cáncer de intestino que participaban en el ensayo COIN, así como investigaciones realizadas en ratones, cultivos celulares y un modelo de laboratorio de cáncer colorrectal premaligno.
El coautor Andrew Beggs, catedrático de genética y cirugía del cáncer en la Universidad de Birmingham, explica que "alrededor del 60% de los cánceres de intestino son sensibles a los fármacos denominados inhibidores del EGFR, que actúan bloqueando una vía clave en estos cánceres. Sin embargo, a pesar de esto, en los cánceres que deberían ser sensibles a ellos, estos fármacos sólo funcionan en los pacientes alrededor del 50% de las veces".
Científicos han descubierto una nueva vía que impide que determinados fármacos funcionen en pacientes con cáncer de intestino
El doctor Fedor Berditchevski, coautor del estudio y también de la Universidad de Birmingham, añade que "los científicos han descubierto anteriormente que si los pacientes con cáncer de intestino tienen una mutación en un gen llamado RAS, los inhibidores del EGFR no funcionan. Sin embargo, nuestra investigación ha descubierto ahora una nueva vía en la que interviene una proteína tetraspanina llamada TSPAN6 que suele estar inactiva en los pacientes con cáncer de intestino, lo que hace que estos fármacos sean menos eficaces", añade.
"Lo más importante es que nuestra investigación también muestra que si esta vía está activa en el cáncer de un paciente, el fármaco funcionará, independientemente de si tiene una mutación en RAS o no", resalta.
Por su parte, la primera autora, doctora Regina Andrijes, investigadora postdoctoral de la Universidad de Birmingham, resalta que "es la primera vez que se demuestra que una proteína tetraspanina está directamente implicada en el cáncer de intestino".
"Los resultados de nuestra investigación demuestran que esta nueva vía podría actuar como biomarcador para el tratamiento con fármacos anti-EGFR en el cáncer de intestino, subraya, aumentando las posibilidades de supervivencia de los pacientes y el número de pacientes que podrían beneficiarse de estos fármacos y que antes no lo habrían hecho".
Los investigadores se disponen ahora a emprender un ensayo clínico sobre el uso de este marcador para identificar mejor a los pacientes para el tratamiento antiEGFR.