El Centro Médico Ruber Internacional Habana de Madrid ha puesto en marcha de la Unidad de Mama de Alto Riesgo y Consejo Genético, una consulta multidisciplinar que determina la probabilidad de padecer cáncer de pecho a lo largo de la vida mediante un proceso de recogida de datos, así como el empleo de herramientas biomédicas informáticas, y el uso de nuevas técnicas de imagen, como el equipo de tomosíntesis o mamografía 3D, 'Senographe Pristina', capaz de detectar las lesiones más pequeñas en mamas muy densas.
La Unidad de Mama de Alto Riesgo y Consejo Genético está compuesta por un equipo multidisciplinar de especialistas responsables del diagnóstico, tratamiento y seguimiento del cáncer de mama, como radiólogos, ginecólogos, oncólogos, radioterapeutas, cirujanos plásticos y oncológicos, médicos de anatomía patológica que colaboran de forma estrecha para ofrecer una medicina centrada en cada paciente.
"Dentro del riesgo elevado hay que diferenciar el alto riesgo, más de un 20-25% de riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida, y riesgo medio, entre un 15-20%. Mientras que el riesgo normal es menor del 15%"
De acuerdo con la coordinadora de radiología de mama del Centro Médico Ruber Internacional Habana, Sara Jiménez, hay que individualizar y estratificar el riesgo de cada paciente, diferenciando dos grandes grupos de riesgo; el riesgo elevado y riesgo normal o poblacional. "Dentro del riesgo elevado hay que diferenciar el alto riesgo, más de un 20-25% de riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida, y riesgo medio, entre un 15-20%. Mientras que el riesgo normal es menor del 15%", ha dicho Jiménez.
Según asevera la coordinadora de radiología de mama, el objetivo de esta clasificación es ofrecer unas medidas de cribado y seguimiento personalizadas según el nivel de riesgo. Por ejemplo, como ha detallado la doctora, en los pacientes de alto riesgo se realiza resonancia magnética mamaria (RM) y mamografía anual, alternando estas pruebas cada seis meses. "De esta forma se disminuye mucho el tiempo en el diagnóstico, reduciendo el número de cánceres de intervalo", ha apostillado.
Otra diferencia significativa es que, en este tipo de pacientes de alto riesgo, no se trata una lesión de mama como al resto. "Siempre que aparezca una lesión nueva o que cambie una ya conocida, hay que realizar una biopsia (BAG o BAV) para analizarla independientemente de sus características de imagen ya que un porcentaje significativo de cánceres en estas pacientes tienen características benignas. Tenemos que identificar a estas pacientes porque se tratan de forma diferente", ha recalcado experta.
En concreto, el uso del mamógrafo de última generación 'Senographe Pristina' se aplica en las pacientes de riesgo alto y, especialmente, en las de riesgo medio. Para el jefe de sección de radiología de mama, Miguel Chiva, este equipo es como un escáner llevado a la mamografía. "Hace multicortes, milímetro a milímetro, de toda la mama. De tal manera que ofrece una mejor resolución y diagnóstico de las lesiones", ha argumentado.
Así sucede en pacientes con mamas densas. Según ha informado el doctor, en una mamografía 2D el tumor o la lesión puede pasar desapercibido, por lo que siempre hay que completarlo con una ecografía.
"Los equipos de tomosíntesis nos permiten observar mucho mejor el interior de las mamas densas, ofreciendo una mejor resolución espacial. De modo que se ve toda la mama por planos, evitando la superposición de imágenes"
"En cambio, los equipos de tomosíntesis nos permiten observar mucho mejor el interior de las mamas densas, ofreciendo una mejor resolución espacial. De modo que se ve toda la mama por planos, evitando la superposición de imágenes", ha puntualizado, para finaliar asegurando que el equipo permite a la paciente ajustar el nivel de compresión hasta que sea suficiente.
"Gracias a este programa vamos a identificar a las pacientes de riesgo aumentado ofreciéndoles un diagnóstico y cribado individualizado donde encontraremos cánceres más pequeños y menos agresivos. Si los detectamos en un estadio precoz, los pacientes van a tener una tasa de supervivencia más alta que si los hubiésemos descubierto al año siguiente", ha zanjado la doctora Jiménez.