El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, pedirá al Gobierno que solicite la retirada del certificado digital Covid para viajar y ha dicho que "se está estudiando" la posibilidad de una cuarta dosis de la vacuna contra el Covid-19 para los mayores de 80 años.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, también ha abogado por retirar el sistema de Spain Travel Health (SpTH), utilizado para tener constancia de los contactos estrechos, puesto que ha considerado que "tiene poco sentido" si se ha acabado con el rastreo.
Ha asegurado que la vacunación sigue avanzando, y ha señalado que existen países que ya están poniendo la cuarta dosis: "Seguramente acabaremos poniéndola, probablemente este año", ha dicho, descartándola de momento para la población general.
"Seguramente acabemos poniendo la cuarta dosis este año"
Ha advertido de una nueva etapa de la pandemia "basada en el sentido común" y la responsabilidad que, en sus palabras, requerirá un tiempo de rodaje, por lo que ha pedido empatía y respeto durante el proceso de adaptación.
Ha hecho un llamamiento a "normalizar la vida" con prudencia y a adoptar el mismo patrón de comportamiento que antes de la pandemia ante un caso de enfermedad, por lo que ha desaconsejado realizar un test de coronavirus sin recomendación sanitaria expresa.
"La idea que teníamos de que a la mínima que tenemos un poco de dolor de cabeza, que tenemos un poco de moco, vamos al centro a que nos hagan una prueba nos la tenemos que sacar de la cabeza", ha zanjado.
Centros de trabajo y residencias
Argimon ha considerado que la capacidad de los centros de trabajo de determinar si en dichos espacios se debe usar la mascarilla "traerá un poco de conflicto", por lo que ha apostado por la responsabilidad y ha descartado que la Generalitat proponga recomendaciones.
Argimon ha advertido de una nueva etapa de la pandemia "basada en el sentido común" y la responsabilidad
En cuanto a las residencias, donde trabajadores y visitantes deberán llevar las mascarillas, se ha mostrado favorable a que los residentes no deban hacerlo, ni siquiera en los espacios comunes: "Para prevenir una infección no podemos hacer algo que dificulta la relación personal".
Inversión y presunto espionaje
Ha cifrado en 4.500 millones de euros el gasto que se ha hecho directamente en salud en Cataluña por la pandemia, y ha alertado de que no contempla la repercusión social y económica que ha acarreado.
Ha asegurado que las relaciones formales entre la Conselleria de Salud y el Ministerio de Sanidad quedan congeladas por el presunto espionaje a líderes independentistas, pero ha destacado que sí mantendrán el contacto en las cuestiones técnicas: "Las relaciones con Sanidad son poco políticas".