El director general de Salud Pública de Cantabria, Reinhard Wallmann, se ha mostrado "totalmente abierto" a que se evalúe y pueda replantearse el uso de la mascarilla en las aulas y considera que podría ser "posible" retirarla en un momento de "baja incidencia".
En su comparecencia de este jueves en la Comisión de Sanidad del Parlamento regional, Wallmann ha explicado que hay algunas "evidencias" que podrían hablar a favor de la posibilidad de retirar las mascarillas.
Entre ellas, está que se ha comprobado que en las aulas con menores de 6 años, donde no es "obligatoria" ni "viable" la mascarilla, el número de contagios secundarios --esto es los que se producen a partir de que se haya detectado un positivo-- "no es significativamente más elevado" que en aulas de niños de más edad que sí la llevan.
A ello se une el avance de la vacunación pediátrica contra el Covid, que en Cantabria se sitúa en estos momentos en el 61% en el grupo de 5 a 11 años, y que "no existe mortalidad" por Covid en niños sanos.
"¿Es justificable perjudicarles tanto en su desarrollo de aprendizaje, en su desarrollo de competencias sociales y todos esos efectos que tiene el uso de la mascarilla? Pues evidentemente se debe de discutir, se debe de evaluar y se hará. En ese sentido estamos totalmente abiertos y creo que en un momento de baja incidencia, y por tanto bajo riesgo de enfermar, es posible", ha dicho.
EVALUACIÓN Y AJUSTE DE LAS MEDIDAS
De forma genérica, y no solo respecto a las mascarillas, Wallmann ha señalado que todas las medidas se tienen que evaluar "continuamente" porque la "realidad cambiante" puede hacer que algunas de éstas dejen de estar justificadas. También cree que se podrían volver a "ajustar" las medidas establecidas en el 'semáforo Covid' para cada nivel de riesgo.
La oposición critica la gestión de la sexta ola y pregunta por el futuro
Respecto a la posible retirada de este instrumento que emplea Cantabria para evaluar la situación de cada momento, establecer un nivel de riesgo y medidas aparejadas a cada estadio, Wallmann ha señalado que el 'semáforo Covid' "se va a dormir solo".
"Creo que el 'semáforo' se autoelimina a sí solo. De hecho una vez que estemos en el nivel de nueva normalidad, desde la Consejería se deja de hacer estas evaluaciones semanales", ha señalado.
Sin embargo, Wallmann ha indicado que, mientras dure la situación sanitaria, lo que no se debe dejar de hacer es vigilar y seguir midiendo el nivel de alerta porque, según ha dicho, la "vigilancia es uno de los principales datos en el abordaje de la pandemia", por lo que por parte de la Consejería se va a seguir haciendo porque cree que es "irresponsable dejar de mirar" y sería como "taparse los ojos".
Así ha respondido al ser cuestionado por los grupos de la Cámara acerca de las restricciones y cuándo podrían desaparecer en distintos ámbitos, como por ejemplo el de la hostelería. Así, por ejemplo, el PRC ha abogado por eliminar las restricciones al sector y considera que los niveles de vacunación "son muy aceptables" para "volver a la normalidad"
En este sentido, Wallmann ha destacado que la hostelería ya tiene aforos del 100%, ello condicionado al uso de medidores de C02, un instrumento que, según ha dicho, fomenta la ventilación de los interiores, algo que junto con las mascarillas son las medidas más efectivas para evitar la transmisión.
"NO CONVIENE CORRER DEMASIADO" A LA HORA DE LEVANTAR RESTRICCIONES
También, sobre el levantamiento de todas las restricciones, el director general de Salud Pública ha opinado que "no conviene correr demasiado" porque lo que se quiere evitar es una "recaída".
Dentro de su comparecencia, Wallmann ha expuesto diversos datos sobre la evolución de la pandemia en Cantabria, sobre todo en la sexta ola, la cual, para Sanidad, se cuenta a partir del 3 de noviembre de 2021 y que ha sido la "segunda peor" en número de hospitalizaciones, aunque no en las UCIs, por las que han pasado 177 personas.
Además, en ella, han fallecido hasta el momento un total de 146 fallecidos. Sin embargo, la tasa de letalidad (número de decesos/total de casos positivos) ha disminuido respecto a la anterior.
También Wallmann se ha referido a los cambios de protocolo que ha habido que hacer en ámbitos como el rastreo, ya que el sistema que se empleaba hasta entonces "colapsó", o en la realización de las pruebas diagnósticas, donde se hizo "inabarcable" el confirmar todos los datos por PCR, generalizándose los test de antígenos.
CRÍTICAS A LA GESTIÓN Y EL FUTURO
Por parte de la oposición se ha criticado la gestión de esta sexta ola en Cantabria. Así, por ejemplo, el PP ha "echado en falta medidas" para afrontar la "tensión" sanitaria; Cs ha señalado que la gestión no ha sido "ni buena ni mala" y "simplemente no ha existido" y Vox ha incidido en el "caos" que, a su juicio, ha estado sumida la sanidad de la comunidad en esta onda.
El PP, por su parte, ha incidido también en la necesidad de volver "cuanto antes" a la normalidad y, aunque ha coincidido con Wallmann en que "no hay que precipitarse" tampoco se debe caer en la "parálisis".
Así, los 'populares' consideran que se requiere el abordaje asistencial de la pandemia de otra forma y normalizar la vida social y económica y cree que para ello, y aun reconociendo la "incertidumbre" que hay sobre el futuro de la pandemia, los responsables de la comunidad autónoma deben tomar decisiones sobre "lo que va a hacer".
Respecto al futuro de la pandemia, Wallmann ha subrayado lo complejo de hacer predicciones ya que éste depende de varios factores, en primer lugar, de si hay nuevas variantes --algo que, según ha dicho, se puede "dar por hecho"-- y de cuáles son sus características en cuanto a transmisión, capacidad de escapar de la inmunidad, gravedad de la enfermedad que generan y resistencia de los tratamientos existentes (antivirales y vacunas).
Todos esos factores determinarán si hay nuevas olas, su intensidad de contagios y su impacto en los hospitales y si en el futuro se requerirán o no adoptar restricciones.