Actualmente hay más de 600 los medicamentos en investigación dirigidos a enfermedades que afectan exclusivamente o en mayor medida a las mujeres, según ha indicado un informe de la patronal americana de la industria farmacéutica Phrma.
De estos fármacos en investigación, destacan los 200 para cánceres exclusivos de la población femenina, como los de mama, ovario, útero y cuello uterino; más de 130 para trastornos neurológicos, como Alzheimer, migraña o esclerosis múltiple, o los casi 90 para enfermedades autoinmunes (que tienen el doble de prevalencia en las mujeres), como lupus, miastenia grave, esclerodermia o síndrome de Sjogren.
Si bien la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto negativo en la salud mental de todas las personas, el informe apunta que las mujeres se han visto especialmente afectadas por los roles de género y las responsabilidades familiares de cuidado de niños y mayores, combinados con su participación en el mercado laboral.
Para el área de salud mental, que engloba patologías con el doble de prevalencia entre las mujeres, son 45 los medicamentos en investigación, incluidos trastornos de ansiedad, depresión, depresión posparto y trastornos alimentarios.
Esta incorporación de la perspectiva de género en la investigación biomédica ha tenido ya un importante impacto, como en la mejora de la esperanza de vida del cáncer de mama (el segundo con más mortalidad entre las mujeres) cuyas tasas de mortalidad se han reducido hasta un 42 por ciento en las últimas tres décadas.
En el cáncer de cuello de útero (directamente vinculado al virus del papiloma humano), el uso generalizado de la vacuna contra el VPH en Estados Unidos ha reducido la prevalencia de la infección en niñas y adolescentes un 86 por ciento, y un 71 por ciento en mujeres adultas.
A pesar del progreso biofarmacéutico logrado, son muchos los desafíos que quedan por abordar. Por ello, el próximo sábado, 28 de mayo, se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, que busca visibilizar, denunciar y hacer frente al escaso conocimiento de la salud de las mujeres y de sus necesidades actuales en toda su diversidad.
Uno de los retos está en el ámbito de los ensayos clínicos, fundamentales para que los nuevos medicamentos lleguen a los pacientes.
Desde la industria farmacéutica innovadora ya se está trabajando en la mejora de la diversidad de los participantes en estos estudios, lo que conducirá a una mejor y más completa recogida de datos y un mayor conocimiento de los resultados en salud y uso de los medicamentos (mujeres embarazadas, lactantes*).
De hecho, la semana pasada, la Federación Internacional de la Industria del Medicamento (Ifpma) hizo público el documento 'Diversidad e inclusión en ensayos clínicos: perspectiva y principios bioéticos'. "Los miembros de Ifpma, entre los que se encuentra Farmaindustria, creemos que el conocimiento obtenido de los ensayos clínicos debe utilizarse para apoyar el desarrollo y uso de medicamentos, vacunas y otras terapias innovadoras, con el fin de desarrollar el tratamiento adecuado para el paciente adecuado. Consideramos que las poblaciones de pacientes en los ensayos clínicos deben reflejar la epidemiología y la demografía de quienes se beneficiarán de las nuevas terapias. Con este fin, defendemos que la diversidad y la inclusión en los ensayos clínicos es una cuestión tanto de equidad como de rigor científico y, como tal, todas las personas deben tener las mismas oportunidades de participar en ensayos clínicos", ha apuntado el informe.