En los últimos años se ha visto un aumento de los casos de cáncer en personas jóvenes, menores de 50 años. Esta situación que se está dando en cánceres de mama, entre otros, abre una serie de cuestiones e incertidumbres sobre la salud de los supervivientes. Una de estas preguntas es el impacto que puede tener haber pasado un cáncer en edad infantil o juvenil en el momento del embarazo.
Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston (EEUU) muestra que las mujeres adolescentes y adultas jóvenes que fueron diagnosticadas con cáncer y recibieron tratamiento de quimioterapia antes del embarazo no tenían un mayor riesgo de muerte fetal.
El estudio, dirigido por Caitlin C. Murphy del UTHealth Houston y publicado recientemente en la versión en línea del 'Journal of the National Cancer Institute', revela que el cáncer y la quimioterapia no parecen aumentar el riesgo de muerte fetal, lo que proporciona información de importancia crítica para las mujeres que están preocupadas por su capacidad para dar a luz a un niño sano después del cáncer.
Algunos tratamientos de quimioterapia y radiación tienen efectos gonadotóxicos, lo que significa que pueden dañar los óvulos
"Hay muy pocos estudios sobre los resultados del nacimiento entre mujeres adolescentes y adultas jóvenes con cáncer que luego quedan embarazadas", señala Murphy, profesora asociada de promoción de la salud y ciencias del comportamiento en la Escuela de Salud Pública de UTHealth en Houston, quien ha estado acompañada de Andrea C. Betts, coautora de la investigación.
"Cuando estaba embarazada de mi primer hijo, había muy poca información sobre cómo mi tratamiento anterior para el cáncer podría afectar a mi hijo. Todo lo que mi obstetra podía decirme era: 'Es plausible que haya un aumento de los riesgos'. Es muy gratificante comenzar a cerrar esta brecha en la evidencia y brindar buenas noticias a las muchas mujeres jóvenes que buscan tener hijos después del cáncer", explica Betts, investigadora del campus de la escuela en Dallas.
Algunos tratamientos de quimioterapia y radiación tienen efectos gonadotóxicos, lo que significa que pueden dañar los óvulos. Estudios previos han sugerido que la salud de la descendencia podría verse afectada. Para probar esa teoría, el estudio vinculó los datos basados en la población del Registro de Cáncer de Texas con los certificados de nacimiento vivo y muerte fetal. Incluyeron 11,696 partos de 8.402 mujeres de 15 a 39 años a quienes se les diagnosticó cáncer entre 1995 y 2015 y los compararon con la tasa de muerte fetal en la población general. La tasa de muerte fetal en ambos grupos fue similar, menos del 1 por ciento.