Canarias adapta la atención sanitaria en las islas con peores indicadores de Covid-19

Estas medidas se toman para adaptar sus instalaciones, sus plantillas de personal y las existencias de material a las demandas asistenciales provocadas por el incremento de casos positivos.

Hospital La Candelaria (Foto. Gobierno de Canarias)
1 septiembre 2020 | 12:05 h
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La consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha culminado la adaptación de la atención sanitaria en aquellas islas con peores indicadores de contagio por coronavirus, en las de Gran Canaria, Lanzarote y El Hierro, ha informado la Consejería a través de un comunicado.

En concreto, los hospitales de estas islas ya han implantado "al cien por cien sus respectivos planes de contingencia ante la COVID-19 aprobados desde junio por la Consejería de Sanidad".

Estas medidas se toman para adaptar sus instalaciones, sus plantillas de personal y las existencias de material a las demandas asistenciales provocadas por el incremento de casos positivos, ha explicado la Consejería.

Se implementan especialmente en aquellas islas en las que se supera el Índice Acumulado de 100 casos de Covid-19 por 100.000 habitantes

Esta planificación se activó mediante una Orden del director del Servicio Canario de la Salud el pasado 21 de agosto cuando se detecto un repunte en el numero de contagios por COVID-19 que es cuando, de manera temprana, se comenzaron a detectar algunos indicadores de incremento de casos al establecerse una subida diaria de cien positivos nuevos o más.

Se implementan especialmente en aquellas islas en las que se supera el Índice Acumulado de 100 casos de Covid-19 por 100.000 habitantes a los siete días, a la que se añade El Hierro por el incremento de contagios en los últimos días.

REDUCCIÓN DEL TRÁNSITO DE FAMILIARES

Las medidas comunes tomadas en estos hospitales suponen una reducción del transito de familiares de pacientes en los centros sanitarios y la limitación en las horas y numero de visitas (1 hora al día y siempre el mismo acompañante), restringiendo el acompañamiento a pacientes en situación critica, especialmente en el final de su vida, garantizando la seguridad de las familias y profesionales.

En cuanto a Atención Primaria, se ha potenciado el papel de los rastreadores de casos, liberando a profesionales para una dedicación plena y facilitando su sustitución en sus tareas asistenciales.

Además, se limitan las consultas programadas y de seguimiento en los programas de salud a las de los pacientes de mayor riesgo y se prioriza el seguimiento domiciliario vía telefónica de los pacientes con infección leve de las vías respiratorias bajas que no requieran ingreso hospitalario, todo ello para minimizar la exposición de pacientes al coronavirus.

SE SUSPENDEN PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Por otro lado, se suspende la realización de espirometrías, test no oclusivos para la detección de la ambliopía en menores y cirugía menor ambulatoria, retinografías de control, programa ITB/MAPA (índice tobillo brazo/monitorización presión arterial), electrocardiogramas programados, ecografías no urgentes y citologías, excepto en mujeres de alto riesgo.

A todas estas medidas se suman la potenciación de la consulta telefónica tanto en Atención Primaria como en Especializada y la prorroga de la automatización de los tratamientos farmacológicos mediante receta electrónica, tal y como se venia haciendo hasta ahora.

 

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