Las mujeres de mediana edad con niveles bajos de estrógeno y progesterona son más propensas a roncar y a presentar síntomas de apnea obstructiva del sueño, según un nuevo estudio publicado en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE' por Kai Triebner, de la Universidad de Bergen (Noruega), y sus colegas.
Se sabe que la prevalencia de la apnea obstructiva del sueño, en la que la respiración se detiene y comienza durante el sueño, es mayor en las mujeres después de la menopausia. Sin embargo, ningún estudio basado en la población había examinado previamente si esto es el resultado de la alteración de los niveles de hormonas sexuales.
En el nuevo trabajo los investigadores analizaron los datos de 774 mujeres de entre 40 y 67 años de la Encuesta de Salud Respiratoria de la Comunidad Europea, realizada en siete países entre 2010 y 2012. Las mujeres del estudio participaron en cuestionarios sobre su salud respiratoria, los factores de salud de la mujer, el estilo de vida y el sueño, y dieron muestras de sangre para el análisis hormonal.
A 551 de las mujeres del estudio (71,2%) se les había dicho que roncaban, y 411 de ellas también informaron de otros síntomas de apnea del sueño. Entre todas las mujeres, la duplicación de las concentraciones séricas de estrona se asoció a una disminución del 19% de las probabilidades de roncar.
"Las hormonas sexuales femeninas son cruciales para la salud y la enfermedad, y especialmente después de la menopausia debería tenerse en cuenta el estado hormonal para desarrollar estrategias"
La duplicación de los niveles de progesterona se asoció a una disminución del 9% de las probabilidades de roncar. Entre las personas que roncan, la duplicación de las concentraciones de tres estrógenos (17beta-estradiol, estrona y sulfato de estrona) se asoció con una disminución del 17%al 23% de las probabilidades de que las mujeres hayan dicho que respiran de forma irregular durante el sueño.
Una duplicación de la concentración de progesterona, entre las roncadoras, se asoció con una disminución del 12% de las probabilidades de haberse despertado con sensación de ahogo en el año anterior.
Los autores concluyen que el ajuste de las hormonas sexuales femeninas podría ser una estrategia para disminuir la alta prevalencia y la morbilidad asociada de la apnea obstructiva delsueño, pero dicen que se necesitan más estudios longitudinales para confirmar los resultados.
Los autores añaden que "las hormonas sexuales femeninas son cruciales para la salud y la enfermedad, y especialmente después de la menopausia debería tenerse en cuenta el estado hormonal para desarrollar estrategias holísticas de tratamiento".