Encontrar avances en la investigación en la cura contra el cáncer o el desarrollo de tecnologías que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos naturales son algunas de las cuestiones en las que los astronautas leoneses Pablo Álvarez y Sara García tienen puestas sus esperanzas, ahora que el "sueño" de poder viajar al espacio está más cerca. Estos dos jóvenes científicos fueron designados por la Agencia Espacial Europea (ESA) para sus próximas misiones y proyectos, los únicos en España, entre los más de 22.500 inscritos en un proceso de selección que finalizó el pasado mes de noviembre.
Pablo Álvarez (León, 1988) y Sara Álvarez (León, 1989) son los primeros astronautas en España en tres décadas. Su elección por parte de la ESA no ha pasado desapercibido en su ciudad natal y en la Universidad de León, el lugar donde Pablo estudió Aeronáutica y Sara Biotecnología.
Durante estos días de atrás, la ciudad y la institución académica se han volcado en atenciones, homenajes y reconocimientos para ellos dos, durante la primera visita oficial que han realizado a su tierra después de que se conociera que sus nombres figuran en la selecta lista de los próximos humanos que pueden viajar al espacio.
"Me gustaría promover algún proyecto en el que se aproveche el efecto de la microgravedad, que se ha demostrado que disminuye la capacidad tumoral de las células del cáncer"
Sara García, que ha sido seleccionada como astronauta en reserva, desarrolla su carrera profesional en torno al estudio del cáncer, por lo que considera que la posibilidad de abrir proyectos de investigación de la mano de la ESA le puede permitir avanzar en sus estudios, con la meta de encontrar en un futuro una cura contra el cáncer.
"Llevo doce años investigando el cáncer. Me gustaría promover algún proyecto en el que se aproveche el efecto de la microgravedad, que se ha demostrado que disminuye la capacidad tumoral de las células del cáncer", ha explicado García en una entrevista con Europa Press.
Esa es la esperanza de la astronauta leonesa. Poder contribuir a diseñar la misión desde Tierra, dentro de las líneas de investigación que desarrolla la ESA, e incluso poder llegar a ejecutar en el espacio, si se dieran las circunstancias, esa investigación y comprobar en situación de gravedad cero cómo es el comportamiento de esas células cancerígenas y hallar "respuestas" , "estudiar nuevas terapias" y "abordar los diferentes tipos de cáncer".