Un nuevo estudio sugiere que los casos recientes de viruela símica pueden tener nuevas características epidemiológicas en las que los brotes estén asociados con la transmisión de persona a persona fuera de las áreas endémicas, según publican sus autores en la revista de acceso abierto PLOS Pathogens.
Desde el pasado mes de mayo, los casos de viruela del mono han aumentado en todo el mundo, despertando el temor a una nueva pandemia. El nuevo estudio, realizado por la profesora Souha Kanj y sus colegas del Centro Médico de la Universidad Americana de Beirut (Líbano), presenta descripciones sintetizadas de sus características clínicas, factores de riesgo, medidas de control y prevención de la infección, así como posibles tratamientos.
Históricamente, la viruela del mono se limitaba sobre todo a las zonas endémicas de África occidental y central y se transmitía principalmente por contacto con animales infectados. Sin embargo, la transmisión de persona a persona se ha convertido recientemente en el principal modo de transmisión, lo que hace temer que se produzca una propagación comunitaria no detectada anteriormente.
"Los modos de transmisión sexual, las mutaciones genéticas, la disminución de la inmunidad a la viruela y los casos anteriores de viruela del mono no detectados justifican una mayor investigación"
Para comprender mejor el panorama epidemiológico de este brote emergente, los autores realizaron una revisión bibliográfica de las pruebas disponibles sobre la viruela del mono. Descubrieron que durante el brote actual, los casos confirmados, probables y/o posibles de viruela del mono se hanmultiplicado por diez en más de 76 países. Los datos sugieren un aumento de la incidencia de la enfermedad y una posible mejora de la vigilancia. Los casos actuales mostraron una rápida transmisión de persona a persona, lo que hace temer una rápida propagación en la comunidad, aunque no necesariamente relacionada con los viajes a zonas endémicas de África.
La revisión de la literatura tiene varias limitaciones, incluyendo el pequeño tamaño de la muestra de los estudios de casos y la ausencia de ensayos controlados aleatorios sobre la terapia de la viruela del mono, lo que limita la generalización. Se necesitan estudios más amplios y sólidos para determinar los factores de riesgo específicos, los modos de transmisión y las posibles terapias, así como el alcance del brote actual.
Según los autores, "hay que seguir estudiando la información clave para dar mejores respuestas, como el modo exacto de transmisión y el papel de los reservorios animales. Los modos de transmisión sexual, las mutaciones genéticas, la disminución de la inmunidad a la viruela y los casos anteriores de viruela del mono no detectados justifican una mayor investigación. Los médicos también deben tener en cuenta las presentaciones atípicas y basarse en los criterios de la OMS y los CDC para orientar a los pacientes y ayudar a contener los brotes".
Kanj y los coautores añaden que "la viruela del mono ha sido declarada como una emergencia de salud pública que justifica una atención especial y un diagnóstico precoz en vista de su difusión mundial y su presentación atípica".