El aprendizaje cambia el cerebro, pero cuando se aprende braille diferentes regiones cerebrales refuerzan sus conexiones a ritmos y plazos variados, según un nuevo estudio publicado en la revista JNeurosci, que destaca la naturaleza dinámica de la plasticidad cerebral inducida por el aprendizaje.
El aprendizaje de nuevas habilidades altera la materia blanca del cerebro, las fibras nerviosas que conectan las regiones cerebrales. Cuando las personas aprenden a leer braille táctil, sus cortezas somatosensoriales y visuales se reorganizan para adaptarse a las nuevas exigencias. Los estudios anteriores solo examinaban la materia blanca antes y después del entrenamiento, por lo que se desconocía el curso temporal exacto de los cambios.
Para el estudio, financiado por el Centro Nacional de Ciencias de Polonia y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, los investigadores polacos utilizaron la resonancia magnética de difusión para medir los cambios en la fuerza de la materia blanca de los adultos videntes a medida que aprendían braille en el transcurso de ocho meses.
Los investigadores utilizaron la resonancia magnética de difusión para medir los cambios en la fuerza de la materia blanca
Tomaron medidas en cinco momentos: antes del entrenamiento, tres veces durante y una vez después. La materia blanca de las áreas somatosensoriales se fortaleció de forma constante durante el curso del entrenamiento.
Sin embargo, la materia blanca del córtex visual no se reorganizó hasta la mitad del entrenamiento, el punto en el que las palabras en braille empiezan a adquirir un significado semántico. La materia blanca de ambas regiones volvió al nivel anterior al entrenamiento dos meses y medio después de que éste finalizara.
Según los investigadores, estos resultados demuestran que la materia blanca se reorganiza en distintas regiones y en diferentes plazos para satisfacer las necesidades del cerebro.