Los antidepresivos podrían ayudar a mejorar los tratamientos modernos contra el cáncer. Han ralentizado el crecimiento de cánceres de páncreas y colon en ratones, y cuando se combinan con inmunoterapia, incluso detienen el crecimiento del cáncer a largo plazo. En algunos casos, los tumores desaparecieron por completo, según los investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza). Sus hallazgos se probarán ahora en ensayos clínicos con humanos.
La serotonina es un neurotransmisor que también se conoce como la hormona de la felicidad por sus efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo. En las personas deprimidas, la concentración de serotonina en el cerebro se reduce. Esta hormona también influye en muchas otras funciones de todo el cuerpo.
La mayor parte de la serotonina no se localiza en el cerebro, sino que se almacena en las plaquetas de la sangre. Los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS), que se utilizan para tratar la depresión, aumentan los niveles de serotonina en el cerebro, pero disminuyen la serotonina periférica en las plaquetas.
Ya se conocía la implicación de la serotonina en la carcinogénesis. Sin embargo, hasta ahora los mecanismos subyacentes habían permanecido oscuros. Ahora, estos científicos han demostrado que los ISRS u otros fármacos que reducen los niveles periféricos de serotonina también pueden frenar el crecimiento del cáncer en ratones.
Las células cancerosas utilizan la serotonina para impulsar la producción de una molécula inmunoinhibidora, conocida como PD-L1 [...] Así, las células cancerosas evitan ser destruidas por el sistema inmunitario
"Los fármacos que ya están aprobados para su uso clínico como antidepresivos podrían ayudar a mejorar el tratamiento de cánceres de páncreas y colorrectales hasta ahora incurables", afirma Pierre-Alain Clavien, uno de los responsables de este trabajo, que se ha publicado en la revista científica 'Science Translational Medicine'.
Aunque desde hace varios años se dispone de nuevos tratamientos eficaces, como los anticuerpos dirigidos o las inmunoterapias, la mayoría de los pacientes con tumores abdominales en fase avanzada, como el cáncer de colon o de páncreas, mueren a los pocos años del diagnóstico.
Uno de los problemas es que las células tumorales se vuelven resistentes a los fármacos con el tiempo y dejan de ser reconocidas por el sistema inmunitario. Ahora, este grupo de investigación ha descubierto el papel que desempeña la serotonina en este mecanismo de resistencia de las células tumorales.
Las células cancerosas utilizan la serotonina para impulsar la producción de una molécula inmunoinhibidora, conocida como PD-L1. Esta molécula se une a las células T asesinas, un tipo específico de célula inmunitaria que reconoce y elimina las células tumorales, y las vuelve disfuncionales. Así, las células cancerosas evitan ser destruidas por el sistema inmunitario.
"Esta clase de antidepresivos y otros bloqueadores de la serotonina hacen que las células inmunitarias vuelvan a reconocer y eliminar eficazmente las células tumorales"
En experimentos con ratones, los investigadores pudieron demostrar que los ISRS o inhibidores de la síntesis de serotonina periférica impiden este mecanismo. "Esta clase de antidepresivos y otros bloqueadores de la serotonina hacen que las células inmunitarias vuelvan a reconocer y eliminar eficazmente las células tumorales. Esto frenó el crecimiento de los cánceres de colon y páncreas en los ratones", detalla Clavien.
El PD-L1, a través del cual la serotonina ejerce su efecto, es también el objetivo de las modernas inmunoterapias, también llamadas inhibidores de puntos de control inmunitario. En un siguiente paso, los investigadores probaron un enfoque de tratamiento dual en ratones: Combinaron la inmunoterapia, que aumenta la actividad de las células T asesinas, con fármacos que reducen la serotonina periférica. Los resultados fueron impresionantes: el crecimiento del cáncer se suprimió en los modelos animales a largo plazo, y en algunos ratones los tumores desaparecieron por completo.
"Nuestros resultados son una esperanza para los pacientes con cáncer, ya que los fármacos utilizados ya están aprobados para su uso clínico. La prueba de estas combinaciones de fármacos en pacientes con cáncer en ensayos clínicos puede adelantarse gracias a la seguridad y eficacia conocidas de los medicamentos", concluye Pierre-Alain Clavien.