Una enfermera y una médico en el consultorio de El Rebolledo (Alicante) han sido agredidos presuntamente por un vecino de la pedanía alicantina que pretendía ser atendido sin cita, según ha señalado en un comunicado el Colegio de Enfermería de Alicante.
Ante este nuevo incidente, desde la entidad colegial se pide utilizar "todos los mecanismos legales existentes para erradicar este problema" y que ante "la actual situación de pandemia y de saturación del sistema sanitario se refuercen las medidas de seguridad, sobre todo en los centros de Primaria, que es donde se concentra la mayor parte de las agresiones".
Al respecto, señala que si el sistema ya estaba colapsado antes de la Covid, con la pandemia esta situación "se ha agravado especialmente e incide muy directamente sobre el personal de Enfermería, que es el colectivo sanitario que más insultos, vejaciones y violencia física sufre, ya que son los primeros en mantener contacto con los pacientes".
Así, apuntan que las principales secuelas que le quedan al profesional sanitario tras sufrir una agresión son el estrés laboral crónico, la disminución del rendimiento laboral, síndrome de hostigamiento y de estrés postraumático, neurosis de ansiedad, síndrome depresivo y, en la mayoría de las ocasiones, secuelas físicas.
La disparidad entre casos reales y casos denunciados se produce porque "la mayoría de agresiones no llega a plasmarse por escrito, generalmente por miedo y desconfianza entre los profesionales sanitarios"
La causa mayoritaria que lleva al paciente a la agresión es "la frustración por no ver satisfechas expectativas de atención del personal sanitario en tiempos y en pruebas diagnósticas, circunstancias, como se ha dicho, agravadas por la actual saturación del sistema sanitario".
Así, apuntan que el número de agresiones a enfermeros registrado el año pasado en la Comunitat Valenciana fue de 16 - 2 en Alicante, 2 en Castellón y 11 en Valencia - aunque "la cifra de denuncias sigue siendo muy inferior a los casos reales".
La disparidad entre casos reales y casos denunciados se produce porque "la mayoría de agresiones no llega a plasmarse por escrito, generalmente por miedo y desconfianza entre los profesionales sanitarios, por lo que se debe trabajar para ganarse su confianza para que se sientan protegidos y vean que las denuncias son efectivas".
Desde el colegio de Enfermería de Alicante se quiere pedir también que la actividad asistencial en dicho consultorio "se normalice a la mayor brevedad posible con todas las garantías de seguridad con el fin de que los pacientes y usuarios se vean afectados lo menos posible ante la ya alta saturación del sistema sanitario".