La administración estratégica de la vacuna es fundamental para reducir la transmisión del COVID-19, la mortalidad y las repercusiones sanitarias a largo plazo. Un estudio publicado en 'PLOS Computational Biology' por investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido) sugiere que dar prioridad a la administración de vacunas a los grupos de mayor edad y a los médicamente vulnerables tiene el mayor impacto para minimizar la pérdida de vidas.
Si bien las personas mayores tienen más probabilidades de sufrir resultados sanitarios graves relacionados con las infecciones por COVID-19, los grupos de edad más jóvenes contribuyen de forma significativa a la transmisión y propagación de la enfermedad.
Para comprobar la eficacia de diferentes estrategias de vacunación en la minimización de muertes y hospitalizaciones, los investigadores Sam Moore, Matt Keeling y sus colegas construyeron un modelo estructurado por edades que simulaba la propagación del SARS-CoV-2 en diferentes regiones del Reino Unido.
Los grupos de edad más jóvenes contribuyen de forma significativa a la transmisión y propagación de la enfermedad
A continuación, utilizaron el modelo para probar múltiples escenarios diferentes, incluyendo variaciones en la eficacia de la vacuna utilizando datos observacionales sobre comorbilidades y medidas de distanciamiento social en el Reino Unido.
Los modelos mostraron que las estrategias de vacunación que dan prioridad a los grupos de mayor edad son las que más eficazmente mitigan las muertes y la pérdida de años de calidad de vida, a pesar del importante papel de los grupos más jóvenes en la propagación de la enfermedad.
Desde la finalización del estudio en 2020, se dispone de datos para la hipótesis clave sobre la aceptación de la vacuna y las características específicas de la misma, sin embargo, las conclusiones generales del estudio siguen siendo relevantes.
Además, la investigación ya ha ayudado a orientar a los responsables políticos del Reino Unido en el desarrollo de un programa eficaz de vacunación contra la COVID-19, incluida la formación de los grupos prioritarios del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización que se han utilizado para la administración de la vacuna.
Según los autores, "aunque el éxito final de cualquier programa de vacunación dependerá en gran medida de las características de la propia vacuna y del nivel de aceptación por parte de la población, a medida que se desarrollen vacunas que mitiguen la enfermedad, es de gran importancia que se administren de forma óptima, reduciendo la mortalidad y las demandas de atención sanitaria. En todos los escenarios encontramos que vacunar primero a los más ancianos y vulnerables tiene el mayor impacto".