La actividad física puede mejorar los resultados de la enfermedad de Alzheimer al reducir la inflamación cerebral, y aporta mayores beneficios para las personas con peor patología de la enfermedad, según un nuevo estudio publicado en JNeurosci, la revista de la Sociedad de Neurociencia norteamericana.
Es sabido que un estilo de vida activo es bueno, pero sigue sin estar claro cómo la actividad física mejora la salud del cerebro, especialmente en la enfermedad de Alzheimer. Los beneficios pueden deberse a una menor activación de las células inmunitarias, según la nueva investigación.
Las microglías, las células inmunitarias residentes en el cerebro, se activan para eliminar los desechos y los invasores extraños del cerebro. Pero una activación excesiva puede desencadenar la inflamación, dañar las neuronas e interrumpir la señalización cerebral. El ejercicio ayuda a reducir la activación aberrante en animales, pero esa relación no se había establecido en humanos.
La actividad física reduce la inflamación cerebral en pacientes con alzhéimer
La doctora Kaitlin Casaletto y sus colegas de la Universidad de California San Francisco, en Estados Unidos, examinaron la relación entre la actividad física y la activación de la microglía en 167 adultos mayores de todo el espectro del envejecimiento cognitivo (la mayoría sin demencia) como parte del Proyecto Rush de Memoria y Envejecimiento.
Los participantes llevaban monitores de actividad las 24 horas del día durante hasta diez días seguidos antes de los exámenes cognitivos anuales.
Midieron la activación de la microglía y la patología de la enfermedad de Alzheimer (EA) en análisis de tejido cerebral postmortem. Una mayor actividad física se relacionó con una menor activación de la microglía, especialmente en la circunvolución temporal inferior, una de las regiones del cerebro más afectadas por la EA.
La actividad física tuvo un efecto más pronunciado sobre la inflamación en las personas con una patología de EA más grave. Anuncian que en futuras investigaciones se examinará si las intervenciones de actividad física pueden alterar la activación de la microglía en los pacientes con EA.