La acromegalia, un trastorno adquirido poco común de progresión lenta, afecta alrededor de 60 personas por cada millón de habitantes. Esta patología suele aparecer entre los 30 y 50 años de edad y que suele tardar en diagnosticarse unos 3 o 5 años, según ha comentado a Europa Press la endocrinologa del Hospital Clinic Barcelona, Felicia Hanzu, con motivo del Día Mundial de la enfermedad. Asimismo, se presenta cuando la glándula pituitaria (pequeña glándula ubicada cerca de la base del cráneo) produce demasiada hormona del crecimiento debido a un tumor benigno.
Los principales síntomas pasan por cambios óseos, aumento o hinchazón de las manos y los pies, agrandamiento de los labios, la nariz y la lengua, sudoración, así como cambios en el metabolismo, aumentando el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, hipertensión o diabetes, entre otros.
"Algunos cambio se pueden revertir extirpando el tumor pero otros son irreversibles, por lo que es importante un diagnóstico temprano para tratar estos síntomas a tiempo"
"Algunos cambio se pueden revertir extirpando el tumor pero otros son irreversibles, por lo que es importante un diagnóstico temprano para tratar estos síntomas a tiempo", ha detallado la experta, quien ha añadido que existen fármacos dirigidos que logran disminuir la secreción de la hormona del crecimiento.
Dicho esto, Hanzu ha informado de que se está realizando un estudio en España, liderado por los doctores Manel Puig Domingo, Mónica Marazuela e Ignacio Bernabeu, para encontrar un algoritmo para tratar de manera más eficaz la patología.
"Falta individualizar los tratamientos para cada paciente porque las características de cada enfermo pueden ser diferentes e, inclusa, la propia enfermedad puede cambiar con el paso del tiempo, por lo que el objetivo del trabajo es encontrar un algoritmo personal para cada uno de los afectados", ha zanjado la doctora.