Coincidiendo el Día Internacional del Cáncer infantil, que se celebra este martes, más de 500 ancianos de las residencias de Ballesolde toda España han entregado un talón solidario de 8.065 euros a la Fundación CRIS contra el Cáncer, una recaudación que han hecho posible a través de mercadillos y bingos solidarios realizados durante el último año en sus centros residenciales.
Durante este tiempo, estos mayores de Ballesol han estado reciclando y transformando materiales y objetos en obras de arte que posteriormente han ido vendiendo en los mercadillos solidarios: botellas con forma de pez, cartones transformados en casas nido para los pájaros, cestos con periódicos reciclados, entre otros utensilios.
Esta donación servirá para apoyar, fomentar y financiar los proyectos de investigación para el tratamiento y cura del cáncer infantil que se llevan a cabo en la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas del Hospital La Paz en Madrid
Esta donación, conseguida también a través de la celebración de bingos solidarios en todas las residencias, servirá para apoyar, fomentar y financiar los proyectos de investigación para el tratamiento y cura del cáncer infantil que se llevan a cabo en la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas del Hospital La Paz en Madrid.
El cáncer infantil es la enfermedad que más muertes causa en la población infantil en España. CRIS contra el Cáncer ha invertido ya en esta Unidad CRIS 5,1 millones de euros, 700.000 durante el 2021, gracias al apoyo de sus socios, fundaciones y empresas colaboradoras. En esta Unidad CRIS ya han podido tratar a 663 pacientes.
BENEFICIOS COGNITIVOS Y AFECTIVOS
El proyecto de ayudar a los niños enfermos de cáncer fue creado y desarrollado por los propios residentes después de escuchar los testimonios, esfuerzos y sueños de todas las familias que luchan y padecen el cáncer infantil. Junto a ellos, colaboran y dirigen cada actividad los animadores socioculturales, terapeutas ocupacionales y psicólogos de cada una de las residencias participantes.
"Independientemente de las habilidades, capacidades cognitivas o los problemas de motricidad que pueda tener un residente, este tipo de impulsos solidarios aumenta la autoestima de la persona, fomenta su participación social, su satisfacción y protagonismo dentro del marco de un envejecimiento activo y saludable", afirma Luis López, coordinador del departamento de Animación Sociocultural de Ballesol.