Ante la llegada de un nuevo año, las organizaciones publican sus balances tras meses de esfuerzo por cumplir los objetivos pactados. La evaluación de las estrategias fijadas 12 meses antes permite conocer si la hoja de ruta ha sido la adecuada o si, por el contrario, es necesario llevar a cabo alguna que otra maniobra.
Este mismo camino cursan las compañías del sector salud. En los últimos años, nuevos factores se han convertido en actores principales de los planes estratégicos empresariales. El enfoque ESG es uno de ellos y cada vez más corporaciones del ámbito sanitario se suman a este concepto.
Environmental, Social y Governance (ESG). Estas son las palabras en inglés que se esconden tras la sigla, que no pasa en absoluto desapercibida en la industria farmacéutica y que está detrás de muchas de las decisiones que se toman. Reflejan así su compromiso con el medioambiente (E), con los derechos humanos y cuidados de la sociedad (S) y con la transparencia, entro otros muchos ámbitos (G).
Si en un artículo anterior desglosábamos las claves que oculta la primera inicial, 'Environmental', hoy damos paso a la segunda, 'Social'.
Las empresas recogen en sus estrategias promover la igualdad e inclusión entre las plantillas y fomentar los espacios saludables, tanto para los empleados como para la comunidad local en general
Los criterios sociales evalúan la relación de las empresas con su entorno social (empleados, comunidades locales y ciudadanía en general) en aspectos como el empleo, la salud, la seguridad, la diversidad, etcétera. Reflejan, en gran parte, los valores corporativos de la compañía y fortalecen los vínculos establecidos con las comunidades.
Así, las empresas recogen en sus estrategias promover la igualdad e inclusión entre las plantillas y fomentar los espacios saludables, tanto para los empleados como para la comunidad local en general.
La atracción, retención y desarrollo del talento es otro de los grandes ejes de la implementación de lo social en el enfoque ESG
Mejorar la calidad de vida de los trabajadores también incluye la aplicación de acciones como la flexibilidad de horarios o la conciliación laboral; medidas, ambas, que ganan peso día a día dentro de las organizaciones que conforman el sector salud.
La atracción, retención y desarrollo del talento es otro de los grandes ejes de la implementación de lo social en el enfoque ESG. A los condicionantes más retributivos, se suman los planes de carrera y desarrollo personal que fortalecen el vínculo entre el trabajador y la empresa, y que, de manera directa, repercute en la fortaleza de la compañía.
Asimismo, destaca también dentro de este concepto la valoración de elementos como la compra responsable y cadena de suministro, la relación y condiciones de contratistas y la gestión de calidad.
Y, por supuesto, el criterio 'Social' va acompañado de la colaboración por parte de la industria con proyectos educativos, culturales o con ONG.
Si en 2023 la incursión del enfoque ESG era todavía incipiente en algunos ámbitos del sector salud, las tendencias pronostican que en 2024 no se hablará de otra cosa en la industria farmacéutica española.