La innovación en el sector farmacéutico es clave para mejorar la salud de la población y necesaria para seguir avanzando y que la industria del sector sanitario se adapte a los nuevos cambios y retos de futuro.
En 'Ciencia Para Vivir Mejor' hablamos con Guillermo de Juan, vicepresidente y director de Relaciones Institucionales y Comunicación de GSK Europa, nos comparte su visión sobre el futuro de la I+D y cómo la compañía está trabajando para desarrollar nuevos tratamientos y soluciones preventivas.
¿En qué momento se encuentra GSK y cuáles son las prioridades para el año 2025?
En GSK nos encontramos en una buena dinámica, contamos con prioridades muy claras para alcanzar la misión de la compañía de mejorar salud de 2.500 millones de personas a finales del año 2030.
Para lograrlo, contamos con un pipeline muy robusto en áreas clave para la salud pública como puede ser la oncohematología, la patología respiratoria o las enfermedades infecciosas. Un enfoque innovador que combinamos con acciones en áreas clave para la salud mundial.
Áreas como la defensa de la salud del planeta, la salud Global, o el apoyo al desarrollo de sistemas sanitarios basados en la prevención, algo que para mí es el mayor reto que tenemos como sector.
Hablemos de prevención. ¿Cuál es el estado actual de la prevención en el contexto sanitario actual y por qué es necesario avanzar en este campo?
Creo que cada vez somos más conscientes del reto enorme que tenemos como sociedad en el ámbito de la prevención. De hecho, hace unos meses la Comisión Europea presentaba sus objetivos para la nueva legislatura, incluyendo por primera vez la necesidad de reforzar las políticas de prevención en la UE y dar respuesta a los retos a los que se enfrentan los sistemas sanitarios de los estados miembros.
Retos como el aumento de las comorbilidades asociadas a una mayor esperanza de vida, la falta de financiación o la aparición de enfermedades a edades cada vez más tempranas.
Los datos en patologías como el cáncer, donde la aparición temprana ha aumentado casi un 80% en las últimas tres décadas, evidencian la necesidad de tomar acción.
Has hablado de ciencia y como comentabas estamos en un espacio que lleva por nombre “Ciencia Para Vivir Mejor” que busca reivindicar la importancia de la I+D y la necesidad de invertir en innovación. Como responsable de una compañía biofarmacéutica global, ¿cuál es tu visión del entorno de la I+D?
Yo siempre digo lo mismo; sin ciencia no hay salud y sin salud no hay futuro. Lo vimos durante la COVID y lo vieron nuestros antepasados con hitos clave como la erradicación de la viruela o el desarrollo de innovaciones clave como la penicilina.
La ciencia en salud necesita un entorno favorable. Necesita gobiernos que la prioricen en sus políticas, necesita una visión global que traspase fronteras y un enfoque One Health que reconozca la relación entre la salud humana, ambiental y animal.
También requiere de compañías como la nuestra, empresas especializadas en desarrollar ciencia que prioricen los grandes retos en salud independientemente de a quienes impacten y que sigan invirtiendo en áreas como los antibióticos y las vacunas, valor seguro para enfrentar amenazas contra la salud pública.
En España, las compañías farmacéuticas invierten más de 1.400 millones de euros en I+D biomédica, cifras muy importantes que suponen, en el caso de GSK, que España sea el segundo país en volumen de investigación clínica solamente superado por Estados Unidos.
Cifras positivas que atraen también la atención de otras regiones muy pujantes que entienden la oportunidad estratégica de desarrollar I+D en salud. De hecho, un reciente informe señala que China superó por primera vez a Europa en 2023 como creador de nuevos principios activos.
La salud global sigue siendo un área prioritaria en vuestra estrategia de I+D, ¿cuál es el impacto de las enfermedades desatendidas y por qué es importante seguir dedicando recursos en el área?
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 240 millones de personas contraen malaria cada año, un millón de personas mueren de tuberculosis y las resistencias a los antibióticos se han convertido ya en una de las diez amenazas para la salud pública mundial.
Son datos que evidencian realidades que impactan a millones de personas y que nos recuerdan que aún hoy existen en el mundo pandemias y endemias que se siguen cobrando demasiadas vidas.
Ninguna compañía dedicada a la salud que pretenda mejorar la vida de la gente puede ignorar esta situación.
Es más, la Agenda 2030 tiene como principio rector el no dejar a nadie atrás, y esto a nivel farmacéutico pasa por investigar y generar soluciones en áreas críticas como la malaria, donde desde GSK desarrollamos la primera vacuna de la historia recomendada por la OMS en 2021 y que está ahora en fase piloto.
Hemos seguido el anuncio que habéis hecho sobre la nueva inversión en vuestros laboratorios en España. ¿Por qué es tan importante contar con un laboratorio BSL4 en nuestro país?
La verdad es que el BSL4 es uno de los proyectos que más ilusión me genera tanto por lo que supone para el tejido innovador de nuestro país, como por lo puede aportar a la ciencia en salud global
Los BSL-4 son laboratorios de la máxima seguridad que permiten trabajar con patógenos que que causan enfermedades graves para las que no existen tratamientos. Enfermedades muy relevantes como la tuberculosis multirresistente o las resistencias antimicrobianas.
Contar con este tipo de estructuras es clave para la preparación y respuesta ante futuras pandemias, tal y como recomiendan organismos como la Comisión Europea.
En este sentido, el BSL4 de GSK será el primero laboratorio de estas características con el que contará España y el primero que construirá una compañía farmacéutica a nivel mundial. Un centro clave que estará activo en 2025.
Cada vez son más los estudios que evidencian que el calentamiento global favorece la aparición de enfermedades trasmitidas por vectores prosperen en nuevos entornos. ¿Cuál es la relación entre la salud y el medioambiente y cómo estáis contribuyendo en esta lucha desde GSK?
Efectivamente. La ciencia lleva años alertando sobre los riesgos en salud asociados a la contaminación atmosférica o el incremento de temperaturas asociadas al cambio climático. De hecho, según Naciones Unidas, la contaminación atmosférica se ha convertido ya en el segundo factor de riesgo de muerte prematura a nivel mundial.
El sector no puede estar al margen de este proceso porque tenemos una responsabilidad como emisores y como garantes de la salud de la población.
En GSK tenemos claro nuestra responsabilidad y queremos liderar este proceso en la industria farmacéutica. Llevamos más de 20 años comprometidos a reducir nuestro impacto medioambiental
Por eso, fuimos una de las primeras compañías farmacéuticas en establecer objetivos medioambientales para tener un impacto neto cero en el clima y un impacto positivo en la naturaleza.
Unos compromisos que se ven reforzados con hitos como el liderazgo de índices de sostenibilidad ambiental como el Dow Jones sustainability index (2023) o a ser socios principales de la COP26 que se celebró en Glasgow en el año 2021.
Para terminar, nos gustaría quedarnos con una reflexión final.
Agradeceros de nuevo este espacio, desearos un feliz 2025 y remarcar que desde GSK España seguiremos trabajando con todos los agentes del sector para alcanzar el objetivo más importante de todos, que no es otro que seguir ayudando a mejorar la vida de las personas.