Europa encabeza la apuesta por la salud y el clima en la financiación de los ODS

A diferencia de Estados Unidos, centrado en la ingeniería y las ciencias físicas, la Unión Europea invierte sus fondos para el cumplimiento de los ODS mayoritariamente en salud

Europa (Foto. Canva)
Europa (Foto. Canva)

Quedan cinco años para terminar el plazo establecido para alcanzar las metas recogidas en laAgenda de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas. En total, 15 años en los que a nivel mundial se ha trabajado para  erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. Un tiempo que ha llevado, y sigue llevando, importantes esfuerzos políticos y financieros con los que cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de distintos ámbitos como el de la salud, en el que se establece la reducción de la mortalidad materna e infantil, terminar con epidemias como el SIDA o la malaria, o apoyar las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles.

Durante la última década, los países han demostrado importantes diferencias en la asignación de fondos en investigación para el cumplimiento de los ODS, y en el caso de la salud solo Europa ha demostrado un importante esfuerzo financiero, marcando la diferencia con Estados Unidos. Así los recoge un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia y publicados en Results in Engineering.  

Como recoge el estudio realizado a partir de la inteligencia artificial por Sergio Hoyas, J. Alberto Conejero y Òscar Garibo i Orts, del Instituto Universitario de Matemática Pura y Aplicada de la Universitat Politècnica de València (UPV) y Javier García Martínez, catedrático del Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Alicante (UA), el Consejo Europeo de Investigación (ERC) apuesta por las ciencias de la vida y las sociales,sobre todo en la investigación relacionada con la salud y el clima, mientras que la inversión estadounidense de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) se centra más en la ingeniería y las ciencias físicas, haciendo hincapié en las infraestructuras y la seguridad.

En Europa “el progreso hacia el ODS 3, obstaculizado por la pandemia de Covid-19 y las crisis en curso, no es suficiente"

Aunque la asignación de subvenciones se basa tradicionalmente en criterios científicos y de mérito, los autores del artículo recomiendan estrategias de asignación alternativas con un enfoque más completo. “A diferencia de los sistemas convencionales que evalúan el rendimiento individual de los proyectos, se podría considerar el impacto colectivo de múltiples proyectos con el objetivo de maximizar los beneficios sociales y abordar necesidades públicas más amplias”, señalan los investigadores de la UA y la UPV. “Hay que promover la diversidad en las vías de investigación y fomentar la colaboración para alcanzar los ODS, así como para alinear los esfuerzos científicos con el bienestar colectivo”, añaden.

LOS ODS DE SALUD EN EUROPA

Con todo, pese a la apuesta en Europa por la salud, los países miembros todavía están lejos el conseguir incluso estos ODS para 2030. Así lo reflejó en septiembre el Parlamento Europeo que indicó que “el progreso hacia el ODS 3, obstaculizado por la pandemia de Covid-19 y las crisis en curso, no es suficiente".

En el caso de los países europeos, las metas de desarrollo en salud son: lograr sistemas de salud más resilientes, accesibles e inclusivos; mejorar la salud reproductiva, materna e infantil; poner fin a las principales epidemias de enfermedades transmisibles; y reducir los trastornos no transmisibles y mentales. La irrupción de la pandemia y el colapso de los sistemas sanitarios supuso importante retrocesos en los indicadores de salud, según un informe de ‘Eurostat’.

Hay áreas en salud que han empeorado como la esperanza de vida saludable; el estado de la salud autopercibida; las necesidades de atención médica no satisfechas o las muertes evitables

Actualmente, Europa ha avanzado en la lucha contra las enfermedades infecciosas como el VIH, la malaria y la tuberculosis, así como la reducción de tasas mundiales de mortalidad materna e infantil, ámbitos especialmente vulnerables a nivel mundial. Por ejemplo, en la lucha global frente al SIDA y VIH todavía impera el estigma, la falta de acceso a la profilaxis preexposición (PrEP) o la incapacidad para alcanzar los hitos. En 2020 el objetivo establecido en 90% de personas con VIH conozcan su estado serológico; 90% personas diagnosticadas reciban tratamiento y 90% de personas en tratamiento supriman la carga viral y personas con VIH gocen de calidad de vida y vivan sin estigma y discriminación no se cumplió a nivel mundial, quedando, según datos de Gilead Science en 84-73-66. Algo que aleja la meta 95-95-95 para 2030, más complicada de alcanzar con la amenaza de Estados Unidos de retirar su apoyo a ONUSIDA.

Europa aventaja al mundo en estos campos, con ejemplos como España, muy cerca de la meta (92,5%, 96,6% y 90,4% según datos del Ministerio de Sanidad presentados en la jornada ‘Compromiso 2030: avanzando juntos hacia los objetivos de ONUSIDA’). Sin embargo, como evidenció el Parlamento Europeo, en los últimos cinco años hay áreas en salud que han empeorado como la esperanza de vida saludable; el estado de la salud autopercibida; las necesidades de atención médica no satisfechas; las muertes evitables; los fallecimientos por accidentes de tráfico o el consumo total de antibióticos.

Pese a los esfuerzos europeos, “el progreso varía significativamente entre países, y algunos de ellos se quedan atrás”, señaló la eurocámara. “El progreso de este objetivo está fuera las agendas a nivel mundial, y muchas de sus metas pueden no lograrse para 2030”, alertaron.

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