España dispara el consumo de inhaladores presurizados

El consumo de inhaladores presurizados (pMDI) en España sube del 52% al 54% y supera las 400.000 toneladas

España dispara el consumo de inhaladores presurizados (Foto. Generada por IA)
19 julio 2024 | 19:30 h

En el año 2023 se consumieron más de 33,6 millones de inhaladores en toda España. De ellos, el 54 % eran en formato presurizado (pMDI por sus siglas en inglés pressurized metered dose inhaler). En el año 2018 el consumo de este Hpo de terapia inhalada no alcanzaba los 16 millones de unidades mientras que el último año ha superado los 18 millones.

Existen tres tipos de terapia inhalada, los ya mencionados inhaladores presurizados pMDI (pressurized Metered Dose Inhaler), los inhaladores de polvo seco (Dry Powder Inhaler, DPI) y los inhaladores de niebla fina (SoS Mist Inhaler, SMI). Mientras que el consumo de estos dos últimos se mantiene estable a lo largo de los años, en el caso de los presurizados se dispara el sobreuso de esta terapia que genera más de 400.000 toneladas de CO2, según la Agencia Española del Medicamento.

Pese a que los pMDI suponen el 54% de las unidades, generan el 97,3% de la huella de carbono total de los inhaladores

De las más de 420 mil toneladas que generaron el total de los 33,6 millones de inhaladores en 2023, más de 410 mil toneladas provienen de los inhaladores pMDI. Es decir, pese a suponer el 54% de las unidades, generan el 97,3% de la huella de carbono total de los inhaladores. Esto es debido a que los inhaladores pMDI contienen gases fluorados como propelentes, con un alto potencial de calentamiento atmosférico (PCA).  Su PCA es entre 1.300 y 3.350 veces el CO2 lo que hace que la huella de carbono de este tipo de inhaladores pueda alcanzar hasta 36,5kg de CO2 por dispositivo, más de lo que emite un coche de Madrid a Albacete.

Hay países como Suecia que sólo consumen el 13% de todos sus inhaladores en formato MDI, así como otros países que no alcanzan el 20%, como Dinamarca o Finlandia. Sin embargo, en España se realiza un consumo excesivo de esta tecnología debido a un incremento del uso en las terapias de mantenimiento.

El crecimiento viene principalmente de la terapia ICS/LABA, es decir, la combinación de un corticoide inhalado y un broncodilatador de acción larga, el tratamiento más utilizado para el asma. Del mismo modo, el incremento viene por la aparición de la triple terapia en un solo dispositivo. Otras clases terapéuticas, como la terapia de rescate, reducen su consumo.

Este uso excesivo de tecnología contaminante va en contra de lo que dicen numerosas guías clínicas y sociedades científicas

Este uso excesivo de tecnología contaminante va en contra de lo que dicen numerosas guías clínicas y sociedades científicas, que recomiendan priorizar los dispositivos en polvo seco o niebla fina por su ausencia de propelentes. Ejemplo de esto son la Guía Española para el Manejo del Asma, en la que participan diversas entidades como pacientes y 17 sociedades científicas como la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria  (SEMFYC). Estas dos últimas con posicionamientos propios en este sentido, como el editorial de SEPAR en su Año SEPAR por la calidad del aire. Papel de la SEPAR en favor del control del cambio climático o el documento Qué hacer y no hacer en salud planetaria de SEMFYC.

Ambas sociedades, así como la SEMG, forman parte de la Alianza Médica Contra el Cambio Climático, junto a 13 sociedades más. Además, según una encuesta de la European Respiratory Society los pacientes estarían dispuestos a cambiar su inhalador por motivos medioambientales, tal y como indicaba la médica y diputada Carmen Martínez en la Comisión de Sanidad en el Congreso en la que se aprobó una PNL que avala la recomendación de los inhaladores de polvo seco.

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