La energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efectos invernadero. Ante estos datos de Naciones Unidas, contribuir al fomento de energías limpias es esencial en la lucha contra el calentamiento global y sus efectos, entre ellos los relacionados con la salud humana.
Para abordar el papel de energías como la solar fotovoltaica frente al cambio climático, ‘Ciencia para vivir mejor’ha contado en el plató de ConSalud TV con una experta en este ámbito, la profesora titular de Física de la Universidad Carlos III y doctora en energía solar por la Universidad Politécnica de Madrid, Beatriz Galiana Blanco.
“El uso de energías renovables, entre ellas la energía solar fotovoltaica, es uno de los grandes retos. Se ha avanzado mucho en su implementación, también en la visión que tiene la sociedad de las bondades de esta energía, así que todo lo que tiene que ver con la reducción de emisiones siempre va a favorecer o mitigar los efectos del cambio climático”, apunta esta experta.
"Todo lo que tiene que ver con la reducción de emisiones siempre va a favorecer o mitigar los efectos del cambio climático"
Las aplicaciones de la energía solar son varias. Una de las más destacadas es la fotovoltaica, donde las “célula solares transforman la energía proveniente del sol en corriente eléctrica”. Y otra de las más habituales es también la energía solar térmica, que sirve para calentar agua.
La investigación en nuevos materiales se ha convertido en un importante desafío para los científicos que buscan de qué manera hacer que los rendimientos energéticos sean mayores en este tipo de energías.
Según explica Galiana, en el caso de la fotovoltaica existe una “carrera” por crear energías más eficientes. “Por hablar de cifras, con las células solares de silicio, que son las que vemos en los paneles convencionales, estamos hablando de un 20% de transformación”, lo que lleva al estudio de materiales para transformar/sustituir el silicio por otros que aumenten los rendimientos a cerca del 50%.
A su vez, otra de las líneas de investigación en la que precisamente trabaja esta experta es el reciclado de fotones. “Es una aproximación que estamos desarrollando para generar procesos industrializables que sean atractivos para la industria y que, de este modo, sean productos que se desarrollen a nivel masivo”, añade.