Cataluña contribuye a la crisis climática con más de 83.000 toneladas de CO2 provenientes de los inhaladores presurizados (pMDI por sus siglas en inglés pressurized metered dose inhaler). El año 2023 se consumieron casi 3,7 millones de inhaladores de este tipo, un 64% de los casi 5,8 millones que se consumieron en total en la región, según datos de IQVIA.
Los inhaladores pMDI contienen gases fluorados como propelentes, con un alto potencial de calentamiento atmosférico (PCA). Su PCA es entre 1.300 y 3.350 veces el CO2 lo que hace que la huella de carbono de este tipo de inhaladores pueda alcanzar hasta 36,5kg de CO2 por dispositivo, más de lo que emite un coche desde el Delta del Ebro hasta La Jonquera en la frontera con Francia.
Este uso excesivo de inhaladores presurizados va en contra de los propios objetivos climáticos marcados por la Generalitat para 2030, cuyo compromiso es reducir un 44% las emisiones de gases difusos, entre los que se encuentran los gases fluorados utilizados en los inhaladores. Cabe destacar que el objetivo de la Generalitat es más ambicioso que el de la UE y el de España.
Cataluña ya lideraba el sobreuso de presurizado con un 63% antes de 2023 y lo ha aumentado hasta un 64%
Cataluña ya lideraba el sobreuso de presurizado con un 63% antes de 2023 y lo ha aumentado hasta un 64%. El incremento de este sobreuso de inhaladores presurizados viene, al igual que ocurre en el resto de España, debido a la terapia de mantenimiento. Mientras que los inhaladores utilizados para el rescate de los pacientes en situaciones de crisis respiratorias se reducen en más de 65.000 unidades, aquellos usados para el mantenimiento, es decir, para su uso diario, crecen en más de 250.000.
La Rioja, País Vasco y Cantabria son las comunidades autónomas que menos MDI consumen con un 39% del total. Sin embargo, todas las regiones se encuentran lejos del 13% de países como Suecia y del 20% de Dinamarca o Finlandia. Estos MDI siguen contribuyendo entre un 95% y un 96% a la huella de carbono total de los inhaladores a la huella de carbono, cifra que en el caso de Cataluña se supera hasta alcanzar el 98% de la huella.
Existen alternativas limpias libres de propelentes como los inhaladores de polvo seco (Dry Powder Inhaler, DPI) y los inhaladores de niebla fina (Soft Mist Inhaler, SMI), cuya huella de carbono por dispositivo no alcanza el kg de CO2, entre 20 y 30 veces menos que la de un dispositivo presurizado pMDI. El uso de estas alternativas más respetuosas con el medio ambiente van en consonancia con el posicionamiento del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC), pioneros en hablar de Salud Planetaria en el sector.
Recordemos que los inhaladores suponen el 25% de las emisiones del alcance 3 de los hospitales en nuestro país, según el último informe de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES).