Este abril de 2024 ha sido el más cálido a nivel mundial que cualquier abril anterior en el registro de datos. Así lo ha dado a conocer Copernicus, la entidad europea que monitoriza el comportamiento del clima a nivel mundial. Concretamente, la temperatura media del aire en este mes ha sido de 15,03 grados, casi 0,7 grados por encima de la media. De esta manera, hemos vuelto a vivir, por undécima vez, el mes más cálido registrado para el respectivo mes del año.
De hecho, apunta la entidad, la temperatura promedio mundial de los últimos 12 meses, desde mayo de 2023 y hasta abril de 2024, es la más alta registrada con 0,73 grados por encima del promedio. Igualmente, la temperatura global de la superficie del mar ha sido de 21,04 en el mes de abril.En este caso también se trata de uno de los valores más altos registrado para este mes, ligeramente por debajo de los 21,07 registrados justo un mes antes, en marzo de 2024. Si lo comparamos con los anteriores meses de abril, también ha sido el decimotercer mes consecutivo con las temperaturas más altas en el mar.
Estos datos se vienen repitiendo durante los últimos meses. Tanto es así que el informe de la entidad sobre el ‘Estado europeo del clima 2023’ apunta que el pasado año fue el más cálido jamás registrado, con un grado por encima de la media. Cada mes de junio a diciembre fue más cálido que cualquier mes correspondiente registrado, y concretamente el verano fue el más cálido jamás registrado. Además de todo ello, en el 2023 tuvimos un número récord de días con “estrés por calor extremo”.
La temperatura media del aire en este mes ha sido de 15,03 grados
En este sentido, vemos que la mayoría de Europa experimentó entre 60 y 80 días de “fuerte estrés por calor” durante 2023, incluso algunos con calor muy fuerte. El mayor número de estos fenómenos lo tuvimos de hecho en el sur de España, con 80 días. El 13% del continente europeo experimentó estrés por calor "fuerte", "muy fuerte" o "extremo" el 23 de julio. Estas temperaturas impactan de manera importante en la salud de las personas, tal y como refleja el informe.
Los datos recogidos nos muestran que el número de efectos adversos para la salud relacionados con fenómenos meteorológicos y climáticos extremos está aumentando. Es más, en julio de 2023, por primera vez en la historia, la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud declaró la crisis climática y los fenómenos meteorológicos extremos relacionados como una emergencia de salud pública. Esto se ve reflejado en las muertes relacionadas con el calor, que han aumentado alrededor de un 30% en los últimos 20 años. Además las regiones más afectadas están en nuestro país.
La mayoría de Europa experimentó entre 60 y 80 días de “fuerte estrés por calor” durante 2023
Pero no sólo el calor es un riesgo en sí mismo para la salud de las personas. La entidad apunta que hay otros fenómenos meteorológicos extremos que afectan gravemente a las personas. Por ejemplo, según estimaciones de la entidad, el año pasado en Europa murieron 63 personas debido a las tormentas. También fallecieron 44 personas por las inundaciones y otras 44 debido a incendiosforestales. Además, se estima que las pérdidas económicas relacionadas con el tiempo y el clima en 2023 ascenderán al menos a 13.400 millones de euros.
Algunos países europeos hacen referencia a los peligros que el calor tiene para su población. Por ejemplo, el 10% indica como riesgos las lesiones y la mortalidad por fenómenos meteorológicos extremos o las enfermedades transmitidas por vectores. El 8% habla de que este calor impacta en las instalaciones de atención médica y que provoca desnutrición y enfermedades transmitidas por los alimentos. Incluso un 4% de los países refieren que el calor es un riesgo para la salud mental y psicosocial de la población.
EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO
El informe también alerta de que las intervenciones actuales contra las olas de calor pronto serán insuficientes para hacer frente a la carga esperada para la salud relacionada con el calor. Por ello, cabe preguntarse qué estamos haciendo para frenar las fuerzas impulsoras del cambio climático. En este sentido, en las últimas horas hemos conocido las estadísticas de emisiones de gases de efecto invernadero. Según las cifras de Eurostat, las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE disminuyeron un 31% entre 1990 y 2022.
Más concretamente, en 2022, las emisiones disminuyeron un 1,3% (42 millones de toneladas de equivalentes de CO2) en comparación con el año 2021. Esto se produce tras un aumento temporal de alrededor del 6% registrado en 2021, como resultado del repunte tras la pandemia de COVID de 2019, pues en ese momento se redujeron las emisiones.