El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) implantó en 1993 la diálisis peritoneal, una novedosa técnica para tratar la insuficiencia renal crónica de cinco pacientes que necesitaban tratamiento sustitutorio. Este procedimiento, 25 años después, se ha consolidado gracias a sus excelentes resultados en supervivencia y, a día de hoy, resulta esencial para unos 110 enfermos que se benefician anualmente del tratamiento, con óptimos efectos en seguridad, calidad y confortabilidad.
La diálisis peritoneal es una técnica de tratamiento sustitutivo renal que, junto con el trasplante de riñón de vivo, se ha impulsado en los últimos años en todo el mundo. Se trata de una forma relativamente sencilla para eliminar las sustancias tóxicas que no puede desechar el organismo, utilizando como filtro para ello el peritoneo, una membrana situada en el abdomen. En la cavidad recubierta por esa membrana se introduce el líquido de diálisis, a través de un catéter de plástico blando colocado cerca del ombligo, de donde se saca transcurrido cierto tiempo. Ese proceso se repite varias veces. No hay sangre y sólo es preciso tener mucho cuidado con la higiene para conseguir buenos resultados.
Una vez que al paciente se le coloca el catéter y se le entrena en la técnica, puede realizarla en su domicilio manualmente durante el día o conectado a una máquina, situada en la mesilla de noche, mientras duerme.
El Hospital Universitario Central de Asturias es nuestro centro de referencia de esta semana.
Luis Hevia, director gerente del centro hospitalario