Investigadores del Instituto Salk y el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, liderados por el científico español Juan Carlos Izpisúa, han creado estructuras similares a los blastocistos de ratón, o "blastoides", a partir de una sola célula cultivada, evitando la necesidad de embriones naturales.
El propio Izpisúa Belmonte, profesor en el Laboratorio de Expresión Genética de Salk, ha subrayado que estos estudios “nos ayudarán a comprender mejor los comienzos de la vida; qué tan temprano en la vida una sola célula puede dar lugar a millones de células y cómo se ensamblan en el espacio y el tiempo para dar lugar a un organismo completamente desarrollado”.