Solo un 3,4% de los pacientes pediátricos con diagnóstico de COVID-19 confirmado en Cataluña entre el 1 de marzo y el 31 de mayo (en pleno confinamiento) fueron los transmisores del SARS-CoV-2 al resto de los miembros de su núcleo familiar. Así lo concluye el estudio epidemiológico ‘Papel de los niños y las niñas en la transmisión intrafamiliar del SARS-CoV-2 (COPEDI-CAT)’ liderado por Vall d’Hebron, que tiene por objetivo estudiar la secuencia de contagios entre los menores de 18 años con COVID-19 y los adultos con quienes conviven. Después del estudio de contactos, solo en tres casos se ha identificado claramente el menor de edad como desencadenante del brote familiar.