2021, ha sido el año para el olvido de Grifols, cuyo presidente no ejecutivo es Víctor Grifols. Y es que, la crisis sanitaria del coronavirus continúa golpeando a la compañía farmacéutica catalana que ha tocado su nivel más bajo desde hace cinco años y se ha posicionado como la empresa que más ha caído en el IBEX 35 durante el pasado ejercicio, al bajar un 32,48%. La farmacéutica catalana sigue sin remontar en el mercado y sus acciones siguen a la baja colocándose en niveles de octubre de 2014. Y es que, sus problemas con el plasma en toda la crisis, acrecentados de forma que la compañía incluso busca nichos de negocio en otras áreas de la compañía, siguen pasando factura a su cotización. De hecho, Grifols cede ya en el año más de un 14% mientras que las caídas no cesan ya que, en las últimas 20 sesiones cotizadas recorta por encima del 13,76% y se coloca ya en zona de mínimos anuales. El pasado mes de noviembre, Grifols dio carpetazo a su negocio de bolsas de sangre y cerró la producción en Brasil y en Murcia. El cierre de ese negocio en su planta de Murcia afectó al 50% de la plantilla ubicada en ese centro, con el despido de unos 165 empleados.