Abbott, cuyo CEO es Robert Ford, está en el punto de mira por sus catéteres de imágenes. La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha retirado más de 14.500 catéteres Dragonfly OpStar distribuidos en todo el mundo, incluidos 4.800 que se vendieron solo en el país estadounidense. El laboratorio inició la retirada el pasado mes de abril y, ahora, el regulador estadounidense ha calificado la retirada de Clase I, la más grave, debido a que los dispositivos afectados conllevan un mayor riesgo de lesiones graves o incluso pueden provocar la muerte. Según ha alertado la FDA, la retirada se debe a un problema con una banda marcadora en el catéter. Las bandas marcadoras son pequeños anillos que se colocan en puntos predeterminados a lo largo de un catéter y están hechos de materiales radiopacos que los hacen visibles a través de una fuente de rayos X, lo que ayuda a guiar el movimiento y la colocación del dispositivo. En este caso, la agencia ha alertado de que la banda marcadora colocada más lejos de la punta del catéter en algunos lotes de dispositivos Dragonfly OpStar corre el riesgo de soltarse mientras se usa el catéter. En al menos dos casos, la banda marcadora se ha separado completamente del catéter mientras estaba dentro del vaso sanguíneo de un paciente. Si esto sucede y la banda marcadora se deja dentro de la arteria, podría provocar un bloqueo del suministro de sangre al corazón, un ataque, una infección o incluso la muerte.