Teleflex, cuyo ceo es Liam J. Kelly, ha retirado del mercado más de 61.000 filtros respiratorios tras recibir docenas de informes sobre una serie de problemas en los dispositivos. Entre estos se encuentran varios modelos Gibeck Iso-Gard que se utilizan en unidades de cuidados intensivos y quirófanos, en las cuales se conectan a sistemas de respiración con el objetivo de proteger tanto a los pacientes como al equipo de contaminantes bacterianos y virales. La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) otorgó una calificación de Clase I al retiro, que indica una mayor probabilidad de lesiones graves o incluso la muerte, al contabilizar 38 quejas y cuatro lesiones asociadas a este producto, alegando que podían llegar a partirse o separarse y provocar una contaminación cruzada, una fuga y un suministro de aire insuficiente al paciente con una posible desaturación.