La compañía farmacéutica Regeneron, cuyo CEO es Leonard Schleifer, ha reportado una caída del 13% en sus beneficios durante el primer trimestre del año, ya que las ventas de su terapia de anticuerpos contra la Covid-19 se vieron afectadas por la decisión de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) de limitar su uso. El pasado mes de febrero, la compañía anunció que esperaba no registrar ventas del anticuerpo en el país estadounidense después de que la FDA modificara su autorización debido a su falta de efectividad contra la variante Ómicron. Con ello, el beneficio neto del fabricante de medicamentos ha caído hasta los 974 millones de dólares (925 millones de euros) en el primer trimestre del año, en comparación con los 1.120 millones de dólares (1.063,75 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.