El pasado jueves 9 de marzo, las acciones de Silicon Valley Bank (SVB), cuyo CEO era Gregory Becker, se desplomaron más del 60% después de la venta de una cartera de bonos de 21.000 millones de dólares (19.567 millones de euros) y el anuncio de otra operación de unos 2.250 millones de dólares (2.096.millones de euros) para equilibrar el balance general.
El balace fue de unas pérdidas de 1.800 millones de dólares (1.677 millones de euros). Una medida que desencadenó que varias empresas de capital de riesgo como Founders Fund, Coatue Management o Union Square Ventures, recomendaran a sus clientes que retirasen todo el dinero del banco, provocando el desplome total de su cartera accionarial y siendo finalmente cerrado por el Departamento de Innovación y Protección Financiera de California y puesto en manos de un organismo que se encargará de la administración y devolución de fondos. Provocando una bajada generalizada en los índices más importantes del mundo y, como consecuencia, el valor de las compañías del sector farmacéutico.