El Ministerio del Interior, gestionado por Fernando Grande-Marlaska, sigue sin solucionar la situación en la que se encuentran los médicos de prisiones. En los últimos tres años, la plantilla se ha reducido en cerca de un 40 %, pasando de 411 a unos 210. Entre las exigencias de los médicos para hacer este destino más atractivo está un aumento de sueldo y mejorar la seguridad. Mientras tanto, se sigue esperando la transferencia de la sanidad penitenciaria.