Algunos estados que conforman los Estados Unidos han denunciado que se les adeudan 2,2 billones de dólares para el abordaje de los daños producidos OxyContin, fabricado por Purdue Pharma, en el marco de la crisis de los opioides que viene sufriendo el país desde hace años. Los citados estados han sostenido que la farmacéutica ha contribuido a una crisis de salud pública que se ha cobrado la vida de, aproximadamente, 450.000 personas desde 1999 y que ha causado tensiones en la atención sanitaria, así como en el sistema judicial.