El presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, ha demostrado en los últimos meses más afán de protagonismo que competencia y buen hacer en sus funciones. El último ejemplo lo encontramos en la Región de Murcia, donde los intereses de la sanidad privada ante los servicios prestados durante la pandemia, están siendo defendidos por la Unión Murciana de Hospitales y Clínicas (UMHC).
De nuevo, es una entidad autonómica la que tiene que velar por la defensa de los intereses de la sanidad privada frente a la Administración, en vez de ser ASPE la que debería liderar a nivel nacional los mecanismos y procesos para que la sanidad privada vea compensada su extraordinaria labor durante los peores momentos de la pandemia y que les ha supuesto serios costes.