Las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) continúan después de la designación de Boris Johnson como sucesor de Theresa May como primer ministro británico. A pesar de que la nueva fecha para que se consume el Brexit está fijada en el 31 de octubre, este dirigente apuesta por preparar al país para una posible salida de la UE sin acuerdo. En los últimos días, Johnson ha anunciado una mayor inversión en el NHS (siglas del Servicio Nacional de Salud). No obstante, varios son ya los actores que pronostican efectos adversos para la sanidad británica y europea de un ‘Brexit duro’. Por ejemplo, aseguran que el Reino Unido comenzará a cobrar a los residentes europeos que necesiten la asistencia en el NHS y que no cuenten con la documentación necesaria.