Los últimos meses de la compañía farmacéutica Pfizer, cuyo CEO es Albert Bourla, han estado marcados por vaivenes de su vacuna contra la Covid-19, acusaciones por parte de las autoridades italianas por ocultar ganancias y el inicio de una huelga por parte de sus trabajadores en Australia por aumentos salariales insuficientes. Asimismo, el final del año de la empresa estadounidense se ha caracterizado por varias investigaciones en torno a vacunas y resultados financieros.