La demanda de vacunas para hacer frente a la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2 ha descendido en los últimos meses. Con el reciente anuncio de la Organización Mundial de la Salud del fin de la emergencia por la COVID-19, se prevé que este descenso de inmunizaciones presente una caída más pronunciada. La realidad no es ajena para los Estados, que buscan ahora sanear sus cuentas ante el presumible excedente de dosis. Es el caso de Polonia: su Ministerio de Salud Pública ha enviado una carta a la compañía Pfizer en la que solicita que se renegocie el acuerdo que la Comisión Europea firmó con la farmacéutica en nombre de los Estados miembro. El objetivo del ministro de Salud, Adam Niedzielski, es modificar los términos contractuales para "aliviar la carga financiera" y evitar, asimismo, que se desperdicien miles de vacunas. Esta iniciativa, a la que se han sumado otros Estados europeos como Bulgaria, Lituania y Hungría, pretende crear un frente común que de respuesta a las peticiones de estos países.